Proceso reportó ayer que el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, se negó a buscar a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en los campos militares a pesar de que lo solicitan los familiares de las víctimas.
Que porque, dijo Murillo el miércoles durante la presentación en Iguala del plan del gobierno federal para Tierra Caliente, "no tenemos que buscarlos lo que sabemos que no está. Es absurdo."
Murillo Miente, desde luego.
Miente porque no es un absurdo buscar en las instalaciones militares de la SEDENA. De hecho, es parte de cualquier investigación responsable y razonable, ya que existe la sospecha de complicidad por omisión contra el ejército, y existe el antecedente del caso Tlatlaya.
Al negarse a investigar, Murillo Karam lo único que hace es dejar claro que está solapando al ejército. Cualquier investigador serio señalaría la omisión en la que incurre Murillo (sí, otra más) al no querer investigar cuando existen sospechas contra el ejército.
Vamos, el propio titular de la SEDENA, Salvador Cienfuegos, dijo que no tendría inconveniente en que se investigara en bases militares.
"Eso depende del gabinete, no de mí, si quieren revisar que revisen, no tenemos ningún problema", dijo Cienfuegos.
¿Por qué se niega entonces Murillo Karam?
Pero eso no es todo. En el acto en Iguala, al cual no quiso ir Enrique Peña Nieto por cobarde, no fue ningún ciudadano de a pie. Fueron funcionarios, algunos medios, y los asientos de rellenaron con soldados.
Esos soldados que se usaron para el relleno eran del 27 batallón de infantería, que son precisamente los que están bajo sospecha y los padres de los normalistas exigen que se investiguen.
Con lo cual, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto lo que hace en realidad al no investigar es dejar claro está solapando al ejército.
Al hacerlo, lo que Peña Nieto lo único que hace es darle más motivos a millones de mexicanos para afirmar que el culpable de la masacre de Iguala fue el Estado.
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