El viernes pasado el diario Financial Times publicó un artículo en el cual advierte que los precios del petróleo seguirán cayendo.
La caída del precio se debe a que ni Estados Unidos ni la OPEP quieren reducir su producción, dice el FT, pero también sugiere como posible causa una desaceleración de la economía a nivel mundial que está causando menor demanda de combustibles.
La baja en la demanda de combustible es el resultado, dice el Financial Times, de la falta de crecimiento de los salarios y de la falta de consumo en general.
Como resultado, inversionistas están vendiendo sus acciones y bonos de empresas petroleras. Simplemente no le ven el caso a invertir en el sector energético bajo estas condiciones.
Y es que el valor del sector energético en Wall Street cayó 18% desde octubre, con casi un 20% de los bonos de empresas de energía alcanzando el nivel de crisis.
Siendo el caso, trasnacionales petroleras como British Petroleum y Conoco Phillips de plano van a tener que recotar su gasto.
Y siendo el caso ¿entonces qué trasnacionales va a querer invertir en el sector energético en México si el petróleo mexicano se vende aún más barato que el Brent y el West Texas, que es el que venden ellos?
Sería hasta julio de 2015, dice el Financial Times, cuando los productores de petróleo podrían llegar al punto de que ya no pueden almacenar más petróleo por el exceso de oferta, así que por lo menos hasta julio seguirá habiendo sobre-oferta y por ende precios bajos del petróleo.
Ahora bien: el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto le dio 7 meses a los interesados en contratos para la Ronda Cero para que hagan propuestas para extraer petróleo en aguas someras. Pero en ese entonces, junio de 2015, el precio del petróleo seguirá bajo, si no es que mucho más bajo de lo que ya está ahora.
Por lo cual uno se tiene que preguntar de nuevo: ¿Quién va a querer ivertir en el sector petrolero cuando el precio está por los suelos y ya no cabe el petróleo en las bodegas por la sobreproducción?
Lo cual apunta a que la privatización de Pemex de Enrique Peña Nieto será un fracaso.
El problema es que se va a llevar entre las patas a la economía mexicana.
Primero, porque la gasolina en México va a seguir subiendo de precio cuando en el resto del mundo está bajando. Eso garantiza menor crecimiento económico.
Segundo, porque el no bajar el precio de la gasolina cuando está bajando en el resto del mundo equivale a cobrarle impuestos adicionales a los contribuyentes de clase media, lo cual tambien inhibe el crecimiento.
Y tercero, porque no existe una política económica para refinar y manufacturar derivados del petróleo en México, que es lo que de verdad sacaría a México de la crisis. La única política de Peña Nieto es exportar más petróleo.
Todo esto se hubiera evitado, desde luego, si no hubiera hecho fraude el PRI comprando votos con tarjetas Soriana, ya que Andrés Manuel López Obrador propuso ya no exportar petróleo y mejor refinarlo en México para exportar los productos refinados.
Eso es lo que de verdad hubiera impedido que México se viera afectado por el precio del petróleo y hubiera impedido además la devaluación del peso.
¿Quieren cambiar las cosas? Ya no voten ni por el PRI, ni por su satélite el PVEM, ni por el PAN. Mejor voten por la izquierda. Porque con los únicos con los que el electorado ha perdido dinero, y se ha deteriorado su economía, es con el PRIAN.
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