domingo, 7 de diciembre de 2014

Legalizar: Sacar Gobierno/mafia/Gobierno objeto del mercado @sladogna

                            

                  …lo que hasta ahora se ha calificado, de modo puramente policial, como 
                 toxicomanía…no veo cómo una contención policial podría ejercerse…(a la                        manera de J. Lacan, 1966

Hace 74 años, en 1940, el presidente Lázaro Cárdenas optó por legalizar las drogas en México. Pero sólo seis meses duró el decreto presidencial que aprobaba la comercialización de las drogas por parte del EstadoÉse ha sido el único momento en la historia de los sexenios –que comenzaron con el mismo Cárdenas en 1934– en que México ha visto un control total de las drogas por parte del gobierno y una manera distinta de combatir a los cárteles de la droga.’

¿Por qué esta política única en la historia sólo duró seis meses? Lo aclara el periodista Juan Alberto Cedillo, autor del libro La Cosa Nostra en México: “El decreto duró sólo seis meses por las presiones [ejercidas sobre México por parte] del gobierno de Estados Unidos. Entonces Cárdenas da marcha atrás al decreto debido a un boicot de Estados Unidos para que las farmacéuticas [del mundo] no le vendieran medicamentos”.


El 17 de febrero de 1940 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento Federal de Toxicomanía, donde quedó establecido que “el Estado pretendía crear un monopolio para la venta de fármacos prohibidos”, distribución que estaría a cargo del Estado con un costo “normal” para evitar que los consumidores acudieran a los narcotraficantes. Para entonces, México ya estaba considerado como un país exportador de mariguana.

A partir de la década del 40 el tráfico de estupefacientes se incrementó en México. Para 1946 se diversificó el tipo de drogas producidas. Desde entonces la mayoría de éstas eran enviadas a los Estados Unidos, país que se arrogaba el derecho a combatir la producción y distribución de las drogas en México.

Juan Alberto Cedillo narra que al gobierno estadounidense le molestaba que en México hubiera leyes muy suaves. Cuando Cárdenas emite el decreto recibe presiones y cede seis meses después. ¿Qué sucedió en ese lapso de legalización?

Ese tiempo es interesante porque el Estado entregó cigarrillos a los internos del país. A las personas adictas a la heroína en las cárceles del país se les dio la droga. Durante esos meses se concluyó que a los narcotraficantes les bajaron las ganancias porque los adictos le estaban pagando al Estado [por las drogas]“, reseñó Cedillo en un reportaje.

En La Cosa Nostra en México (Grijalbo, 2011) se menciona: “El proyecto [del gobierno mexicano] se había presentado meses atrás al gobierno de Estados Unidos, explicando a sus funcionarios que era imposible acabar con el tráfico de drogas debido a la corrupción de la policía y de los agentes especiales, y por la riqueza e influencia política de algunos traficantes”.

El asesor de Cárdenas para la iniciativa fue Leopoldo Salazar Viniegra, un respetado investigador médico que se desempeñaba como director del Departamento de Salubridad Pública, quien dijo al gobierno estadounidense que “sólo había una manera de frenar el tráfico de narcóticos en México: que el Estado creara un monopolio para la venta de fármacos prohibidos a los drogadictos a precio de costo, para sacarlos de la influencia de los narcotraficantes”.

El investigador también realizó estudios a 400 presos mexicanos, a quienes les surtió de manera gratuita cigarrillos de mariguana durante los seis meses que duró el decreto cardenista. De esa manera el gobierno sacó a los narcotraficantes de las cárceles de la Ciudad de México. Salazar afirmó “que la planta no era dañina para el ser humano y que nadie había perdido la razón con su uso”. Su plan buscaba legalizar la siembra y cobrar un impuesto a los agricultores, como sucedía con el tabaco.

Por las presiones de Estados Unidos, el gobierno mexicano publicó, el 3 de julio de 1940, un decreto para suspender la vigencia del Reglamento Federal de Toxicomanía.


Así como Lázaro Cárdenas hace 74 años, hoy, el presidente de Uruguay José Mujica, busca una nueva forma de combatir, mediante la despenalización, una de tantas drogas: la mariguana. En México,  quizás y solo quizás, las marchas pueden proponerse sacarle los cuerpos, nuestros cuerpos a la mafia y retirarle su objeto de su mercado se tratará de una nuevo debate sin fines electorales realizado desde distintas calles.


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