El hashtag #YaMeCanse cumple hoy una semana de ser trending topic. La mayor parte de la semana ha estado o en el primero o en el segundo lugar de los trending topics en Twitter México.
Nisiquiera el partido México-Holanda pudo descarrilarlo. De hecho, mexicanos en Amsterdam se manifestaron a favor de Ayotzinapa tanto dentro como fuera del estadio donde se llevó a cabo el partido. Así que inclusive con la atención puesta en el futbol, la protesta siguió vigente.
Para los que no saben, #YaMeCanse se convirtió en trending topic luego de que el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam dijera esa frase para terminar la conferencia de prensa en la que dio la versión de que los 43 normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron el 26 de septiembre habían sido calcinados.
La frase llenó de indignación a millones de mexicanos que ya de por sí estaban indignados con el caso Ayotzinapa y la complicidad por omisión del gobierno de Peña Nieto.
Pero si vemos las cosas a profundidad, el descontento con el gobierno federal priista es mucho mayor y viene desde prácticamente el momento en el que Peña Nieto hizo fraude comprando votos con tarjetas Soriana. Ayotzinapa se convirtió en la gota que derramó el vaso, y el "ya me cansé" de Murillo Karam ha sido la menera de expresar ese repudio al PRI y todo lo que representa.
¿Qué era lo que todos los mexicanos temían con el regreso del PRI? Tres cosas:
1. Más salinismo privatizador. Pasó. Se privatizó Pemex.
2. Autoritarismo asesino. Pasó. No sólo con Ayotzinapa, sino con Tlatlaya y varios casos más que son ejemplos de crímenes de Estado.
3. Corrupción desmedida. Pasó también con el caso de la mansión de Peña Nieto.
El #YaMeCanse, por lo tanto, se han convertido en la manera de manifestarle al gobierno corrpto e inepto de Peña Nieto el desprecio que le tiene la gente y que la mayoría de los medios comerciales ocultan.
Pero por mucho que lo oculten, el #YaMeCanse representa un punto de quiebre en el sexenio. Este es el punto en el que Peña Nieto finalmente se hundió en repudio a los mismos niveles en los que se hundió Felipe Calderón el sexenio pasado.
El gobierno priista ya no tiene ni credibilidad ni el beneficio de la duda. Lo único que tiene ahora es un profundo repudio por parte de una nación agraviada e indignada, a la cual lo único que le aliviará el agravio y la indignación será la renuncia de Enrique Peña Nieto.
Ningún gobierno se puede sostener sin la gente. Fue clarísimo con Calderón. Lo mismo le pasa ahora a Peña Nieto.
Tal vez #YaMeCanse dure un día más, o unos pocos días más. Pero el repudio de los mexicanos contra Peña Nieto y el PRI durará por resto del sexenio.
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