La versión oficial que dio Jesús Murillo Karam, titular de la PGR, sobre el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa, es que fueron incinerados en un basurero de Cocula entre la media noche y las 14:0 horas del 27 de septiembre.
Esa versión empezó a ser cuestionada hace un par de días en Twitter debido a que diversos sitios de internet sobre medición del clima revelan que tanto el 26 como el 27 de septiembre estuvo lloviendo en Iguala y Cocula.
¿Cómo fue posible entonces que hubieran quemado a los normalistas si estaba lloviendo?
Cuando yo me enteré por primera vez de esa versión noté que la información difundida en Twitter sólo apuntaba a que había llovido en Iguala, no en Cocula, por lo cual no quise precipitarme y darla por válida. Me pareció que el tema es demasiado delicado como para tomar información así a la ligera.
Pero ayer ayer empezaron a difundirse en Twitter enlances a sitios de internet de medición del clima que revelan con más precisión que sí llovió en Cocula, y las horas aproximadas en las que probablemente estuvo lloviendo.
El primer sitio que da información precisa sobre dónde y cuando llovió es AccuWeather.com, que mantiene un registro de las lluvias en diversas partes del mundo. De acuerdo con ese sitio, el viernes 26 de septiembre de 2014 hubo una precipitación de 6 milímetros en Cocula, Guerrero. Eso quiere decir que llovió lo suficiente para causar charcos de 6 milímetros de alto en el municipio.
Al día siguiente, sábado 27 de septiembre, el sitio registra una lluvia en Cocula de 9 milímetros. Es decir, llovió aún más.
El segundo sitio con información sobre el clima de Cocula el día de la supuesta cremación es Wunderground.com, el cual señala que la estación meteorológica de Huitzuco, a 25 kilómetros de Cocula, registró lluvia desde las 22:14 horas del 26 de septiembre hasta las 3:44 horas del 27 de septiembre.
Si esa misma lluvia alcanzó a Cocula en esos mismos horarios, entonces hubiera sido imposible que hubiera cremado a los normalistas, como alega Murillo Karam, entre la media noche y las 2 de la tarde del 27 de septiembre.
Primero porque la lluvia hubiera apagado el fuego. Y segundo porque inclusive después de llover hubiera sido difícil prender fuego con superficie y objetos mojados. Los sicarios hubieran tenido que esperarse hasta varias horas después para que se secara un poco el lugar y pudieran prender fuego.
La versión de la PGR sólo podría sostenerse si de alguna manera se pudiera demostrar que no llovió en el basurero de Cocula donde supuestamente quemaron a los normalistas entre la media noche y las 14:00 horas del 27 de septiembre.
Se sabe por seguro que sí llovió en Cucula el 26 y el 27. Y se sabe por seguro que sí llovió a 25 kilómetros de Cocula entre poco después de las 10 de la noche y casi hasta las 4:00 de la madrugada.
Lo que no se sabe por seguro es si llovió en Cocula en esos mismos horarios y en el mismo lugar en el que se ubica el basurero donde se supone que cremaron a los normalistas.
(NOTA: En la Ciudad de México suele darse el caso de que llueva en una delegación y en otra no. De ahí que esté yo preuntando si llovió en el basurero.)
Por lo tanto, la versión sobre los normalistas de Murillo Karam, y por ende de Enrique Peña Nieto, está a punto de derrumbarse por el único elemento que al parecer la PGR nunca consideró en su investiación: la lluvia.
La PGR debe responder si llovía en el basurero de Cocula en el momento de la cremación. Debe responder también por qué no mencionó el tema en la conferencia de prensa de Murillo Karam -la del "ya me cansé"- y debe responder por qué dio por válidas las versiones de los sicarios sin revisar si decían la verdad o no.
Una cosa es segura: si Peña Nieto pensaba que le iba a poder dar carpetazo al caso Ayotzinapa con la versión de la cremación, ahora menos va a poder.
Y mientras tanto, lo que sigue creciendo es la justificada sospecha de que el gobierno federal de Enrique Peña Nieto esconde algo para proteger a alguien. ¿Al ejército, tal vez?
Que responda Peña Nieto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario