El tan cacareado plan de justicia de Enrique Peña Nieto resultó ser una tomada de pelo, ya que lo único que propone es que los policías municipales ahora sean estatales.
Peña Nieto anunció que enviará una iniciativa al Congreso para que ahora el mando de las policías municipales sea la policía estatal, con lo cual no se resuelve el problema de fondo, sino que solamente se cambia de mando.
Además propuso enviar al congreso una reforma constitucional para expedir la Ley contra la Infiltración del Crimen Organizado en las autoridades municipales, según la cual la federación asumirá el control de los servicios municipales o pueda disolver un ayuntamiento cuando existan indicios suficientes de que la autoridad local está involucrada con la delincuencia.
La propuesta es claramente una excusa para eliminar gobiernos democráticamente electos con el pretexto del combate a la delincuencia, ya que no se basa en pruebas, sino en indicios.
Otra reforma que Peña Nieto enviará al congreso es para que se defina cuál es la comptencia de cada nivel de gobierno, supuestamente para que ninguna autoridad pueda poner pretextos para rehuir su responsabilidad, pero en realidad para poder lavarse las manos en casos como los de Ayotzinapa.
También propuso la creación de un teléfono único de emergencias a nivel nacional como el 911 de Estados Unidos, aunque ese teléfono ya existe; es el 066.
Peña declaró que ordenó un operativo especial en la región de Tierra Caliente, particularmente en Guerrero y Michoacán, para reforzar la seguridad con fuerzas federales.
Sin embargo, no se nota ningún resultado de ese operativo ya que esta madrugada fueron encontrados 11 cadáveres decapitados y calcinados en Guerrero.
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