Cierto sitio que solía ser pejista y ahora es peñanietista calumnió al periodista de Proceso, Álvaro Delgado, alegando que Álvaro incitó a cometer un delito.
La calumnia fue por este tuit de Álvaro, publicado el 8 de noviembre:
Peña, el gran corrupto, debe renunciar por decisión propia. O se va por la fuerza de una insurrección.
— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) November 8, 2014
El tuit causó que cierto lambiscón de Enrique Peña Nieto alegara que Álvaro estaba promoviendo la violencia, y que en otros países lo llevarían preso.
Es falso, desde luego. En Estados Unidos no le harían nada a Álvaro por un comentario así. Lo único que es ilegal en Estados Unidos con respecto al gobierno es llamar al asesinato del presidente.
Pero hacer un señalamiento de que el descontento en México es tan grande contra Peña Nieto que bien podría provocar una insurrección armada ni es delito ni es algo alejado de la realidad.
Hombre, la insurrección zapatista de 1994 fue precisamente eso: una insurrección armada contra un gobierno priista. ¿Dónde está lo ilegal en señalar que la historia podría repetirse? Porque a final de cuentas eso fue lo que hizo Álvaro; Señalar lo que podría ocurrir simplemente en base a los antecedentes históricos de este País.
Pero quien atacó a Álvaro desde 2011 cambió su línea editorial y se convirtió en aplaudidor de Peña Nieto, de Javier Duarte y de otros priistas de igual calaña, como Murillo Karam y Luis Videgaray. Hoy el sitio en donde se publican las loas y lustrados de calzado literarios para el PRI del lambiscón en cuestión tiene recibe fuertes cantidades de dinero del gobierno priista. ¿Qué coincidencia, verdad?
El detalle es que eso de que al lambiscón de Peña Nieto le moleste que se promueva la violencia no es creible si consideramos que nada dijo sobre las declaraciones del líder de las juventudes del PRI, Luis Adrián Ramírez Ortiz, quien sí incitó a la violencia y dijo que los manifestantes que protestan por Ayotzinapa "no merecen vivir."
Cito textual la declaración completa del susodicho líder del Frente Juvenil Revolucionario, membrete del PRI, en referencia a los actos de vandalismo en Palacio Nacional y que en realidad fueron perpetrados por porros del PRI, pero que Ramírez Ortiz le pretendió achacar a los manifestantes de Ayotzinapa:
Chavos! Voy saliendo del primer cuadro de la Ciudad de México, la cosa está muy densa, estos hijos de su reputa madre están atentando contra uno de nuestros símbolos como nación y por una puta idea de preservar los derechos humanos de estas bestias que no merecen vivir el gobierno no puede intervenir como tal. Acaban de terminar con una tradición como lo es la celebración del modelo de Naciones Unidas de la facultad de derecho de la UNAM Y HOY mas que nunca aclamo el regreso de alguien como don Gustavo Díaz Ordaz, no debemos de permitir sentimentalismos estúpidos antes que la preservación de nuestras imágenes como nación por pendejos que no se identifican con ella y si este mensaje me acarrea consecuencias políticas me vale madre! Antes que político soy mexicano y por eso! No pienso seguir tras la sombra de la hipocresía solidaria antes que el patriotismo de acción.
Aquí sí hay declaraciones que incitan a la violencia, que sugieren el asesinato y que son absolutamente ilegales.
Porque decir que los manifestantes no merecen vivir, y pedir el regreso de alguien como Gustavo Díaz Ordaz, responsable de la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, equivale a incitar al asesinato.
Y no lo dijo cualquiera. Lo dijo el líder de las juventudes del PRI. Lo dijo que el que se supone que representa al "nuevo PRI." Con el agravante de que ni la dirigencia nacional del PRI, a cargo de César Camacho Quiroz, ni la presidencia, se pronunciaron al respecto. ¿Avalan entonces con su silencio el llamado al autoritarismo y al asesinato?
Con lo cual tenemos que el lambiscón de Peña Nieto que atacó a Álvaro Delgado se molesta porque Álvaro hace una observación completamente basada en la historia del país y sin decirle a nadie que incurra en actos de violencia. Simplemente señalando algo que es factible en base en la historia reciente. Pero el mismo lambiscón de Peña Nieto no dice nada si el líder de las juventudes del PRI dice que los manifestantes no merecen vivir y que espera que venga otro carnicero genocida como Díaz Ordaz.
Eso se llama hipocresía e incongruencia. También se llama guerra sucia.
Toda mi solidaridad con Álvaro. Todo mi desprecio para el lambiscón del Peña Nieto que lo atacó.
PD: En caso de que se pregunten por qué no menciono por nombre al lambiscón en cuestión, es porque se perfectamente que está desesperado por atención (nadie pela a su sitio y vive de inyectarle Notimex y EFE a sus notas), por lo cual, a falta de buena publicidad, busca pleitos para tener aunque sea mala publicidad. De ahí que se la pase mencionando las arrobas de otros periodistas y figuras públicas en sus lacayunos textos. El pobre iluso cree que así va a tener relevancia. En realidad -y esto me consta- se ríen de él.
PD2: Debe estar cañona el hambre de los que aceptan trabajar por poca paga y mucha censura para el lambiscón antes mencionado. Lo chistoso es que algunos hasta creen que son de izquierda.
PD3: Según el lambiscón antes mencionado, no importa de qué partido son los que vandalizaron Palacio Nacional. Miente. Sí importa. Si fueron del PRI -y de hecho varios tuiteros identificaron al principal instigador como el subteniente de la Sedena Lennin Moreno Rosales- entonces los actos vandálicos se convierten en un crimen de Estado, ya que el PRI es el que está en el gobierno.
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