El monero de la derecha alega en un cartón dominical que en el caso Iguala toda la culpa es de la izquierda.
Miente.
¿El que no investigó a la esposa de Abarca a pesar de que detuvo a sus padres en 2009 por narco?
De derecha (se llama Felipe Calderón).
¿El que no investigó a José Luis Abarca ni impidió su candidatura en 2012 siendo autoridad a pesar de que tenía nexos con el narco?
De derecha (también Calderón).
¿El que ignoró las acusaciones de asesinato contra Abarca en 2013 dos veces?
De derecha (se llama Enrique Peña Nieto).
¿El que invitó a Abarca a un evento en Chilpancingo -y hasta se tomaron una foto- en noviembre de 2013, un mes luego de que Abarca fue acusado de asesinato?
De derecha (también Peña Nieto.)
¿El que no le permitió a Abarca subirse al templete en un mitin en Iguala en 2012 ni se reunió jamás con él más allá de una foto fortuita que duró 11 segundos en un mitin?
Ese sí es de izquierda. Se llama Andrés Manuel López Obrador.
¿El que es enemigo político de la corriente Nueva Izquierda, la cual postuló a Abarca y ha sido aliada de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto?
También es de izquierda. Y también es AMLO.
¿El que denunció a Abarca directamente ante Jesús Murillo Karam y ante Miguel Ángel Osorio Chongo en octubre y diciembe de 2013?
De izquierda. Se llama René Bejarano.
Por eso es que no hay de otra más que la izquierda para 2015 y 2018. Y la gente lo sabe. Más aún luego del escándalo de la mansión de Peña Nieto y de la complicidad por omisión de Peña en el caso Ayotzinapa.
Eso es lo que realmente le arde al monero de la derecha, y cree que engañando a los panistas de ultraderecha que lo leen va a impedir que la izquierda llegue al poder.
Pero a juzgar por lo que vimos el 20 de noviembre, ni todos los cartones del monero de la derecha contra AMLO y contra la izquierda han podido impedir que cientos de miles de personas se manifiesten para exigir que el PRI -y por ende el PAN, ya que son lo mismo- se vayan del poder.
Por eso está tan enojado el monero de la derecha y por eso miente para hacerle guerra sucia a la izquierda. Afortunadamente, muy pocos le hacen caso.
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