Ayer durante todo el día los medios estuvieron duro y dale con que arrestaron a José Luis Abarca.
Que si se hizo un operativo en la madrugada; que si catearon una casa jodida con perros en Iztapalapa; que si catearon otra casa; que si arrestaron a una mujer que los escondía. Que si la foto de la vecindad rascuache donde estaba la casa.
Para la noche, además de las incontables notas huecas que nadamás decían que se arrestó a Abarca, como el público ya estaba medio harto de las notas del arresto de abarca, empezaron a soltar fotos del arresto.
Por lo cual ya era menester preguntar: ¿Y qué CHINGADOS importa si vemos o no las fotos del arresto de Abarca?
Es más: ¿Para qué CHINGADOS queríamos saber que había unos perros en la casa en donde estaban escondidos Abarca y su esposa?
¿O para qué queríamos ver el cuarto en el que dormían?
Más importante aún: ¿De qué CHINGADOS nos sirve eso para saber en dónde están los 43 normalistas desaparecidos?
Porque los medios estuvieron toooodo el pinche día jode y jode con la captura de Abarca, pero no les interesó ni tantito preguntar "bueno, ¿y dónde están los normalistas?"
Esa era la verdadera nota. ¿La detención de Abarca qué? Eso se tenía que hacer de todos modos. Pero lo que tiene consternado al mucha gente en México y otros países no es si arrestan o no a Abarca. Lo que preocupa es el paradero de los normalistas.
Da la impresión de que Enrique Peña Nieto quiso hacer show mediático para hacere el héroe por arrestar a Abarca y así poder darle carpetazo al caso Ayotzinapa antes de que la gente empiece a exigirle que renuncie por sus omisiones que permitieron que la masacre ocurriera, y por los nexos del ejército con el narco.
Lo más grave es que los medios se prestaron para esa farsa. En vez de informar a la ciudadanía sobre lo importante, nadamás le dieron pan y circo para que se les empiece a olvidar que el verdader responsable de Ayotzinapa es Peña Nieto.
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