El ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, tuvo la miseria humana de decir ayer que las protestas por Ayotzinapa son para desestabilizar su proyecto de privatizaciones.
Dijo:
"Protestas que a veces no está claro su objetivo, pareciera que respondieran a un interés de generar desestabilización, de generar desorden social y sobre todo de atentar contra el proyecto de Nación que hemos venido impulsando".
Agregó:
"No nos vamos a detener. Pareciera que algunas voces, unidas a esta violencia y a esta protesta, algunas de ellas fueran aquellas que no comparten este proyecto de Nación y que quisieran que este proyecto de País no creciera y que quisieran que el País frenara su desarrollo, (pero) nos hemos atrevido a cambiar."
El narcisismo de Peña Nieto es nauseabundo. Para empezar, usó el mismo discurso del viejo PRI de Díaz Ordaz, que culpaba a los estudiante sdel 68 por pretender "desestabilizar", frase que usaba el PRI para justificar la represión contra manifestantes y luchadores sociales.
En segundo lugar, que no mame Peña Nieto. Si se tratara de desestabilizar su proyecto privatizador, ya lo hubiera hecho la gente desde que se aprobó la privatización de Pemex en 2013. No lo hicieron. No porque acepten la privatización de Pemex, sino porque esa se la van a cobrar a Peña Nieto en las urnas en 2015.
Así que Peña Nieto está orate si cree la gente protesta por Ayotzinapa para desestabilizar su proyecto privatizador.
La gente protesta porque está indignada ante la complicidad del gobierno de Peña Nieto con el narco en la desaparición de 43 normalistas.
Exigen la renuncia de Peña Nieto porque simple y sencillamente no puede garantizar la seguridad de los mexicanos y es cómplice por omisión de la masacre de de Iguala.
Piden su renuncia demás por la ineptitud que han mostrado él y su gabinete en el caso, desde el ignorar la denuncia contra Abarca en octubre de 2013, hasta el "ya me cansé" de Murillo Karam.
Por último, publicaciones de prestigio internacional como The Economist coinciden en la misma sentencia lapidaria: La gente en México está justificadamente molesta comtra el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto por el caso Ayotzinapa.
Si se le está tambaleando su proyecto privatizador a Peña Nieto, ya que en el exterior advierten que con el caso Ayotzinapa no será viable la privatización de Pemex, no es culpa de los manifestantes. Es culpa de Peña y de su ineptitud. Que renuncie. Punto. Será la única manera en la que México podrá tener paz y podrá aspirar a la prosperidad.
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