Titulado "no entendiendo el punto", el artículo declara textual:
"Al fallar en reconocer cualquier responsabilidad por la crisis (de seguridad pública), y fallando en retar a un sistema político para limpiarlo, (Peña Nieto) tal vez perdió la oportunidad de cambiar la opinión pública."
Agrega que hace unos meses la propuesta de Peña Nieto pudo haberse considerado audaz, "pero algo en el estado de ánimo de la clase política del país cambió desde que los estudiantes (de Ayotzinapa) desaparecieron. Es como si el país hiciera una conección siniestra entre los capos de la droga que secuestraron a los estudiantes y toda la clase política, y los ven ahora como dos lados de la misma moneda marcada con tres palabras: corrupción, ilegalidad e impunidad."
Cierra el artículo:
"Al no reconocer que ese estado de ánimo ahora existe, Peña se arriesga a continuar viéndose desconectado, como lo ha hecho desde que empezó la crisis."
En otras palabras, lo que The Economist está reclamando a Peña Nieto es lo mismo que le criticó la oposición; la falta de autocrítica y la falta de renuncias ante la crisis de Ayotzinapa, como si el gobierno federal priista no fuera el responsable cuando hay amplias evidencias de omsión por parte de la PGR y del ejército.
El plan de Peña Nieto, irónicamente, estaba diseñado para apaciguar a Estados Unidos. Luego de lo que publica The Economist, no parece que haya logrado su objetivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario