El la semana pasada, en un mitin en la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador dijo lo siguiente de acuerdo con Reforma:
"Necesitamos que en 2018 tengamos el apoyo de 25 o 30 millones, entonces ya no le va a servir a la mafia del poder ningún truco, ningún engaño, ningún fraude."
En efecto, mientras más votos tenga la izquierda, menos efectiva será la compra de votos del PRI.
Pero hay un problema.
El problema es que si Andrés Manuel se postula de nuevo para la presidencia, su margen de crecimiento sería muy pequeño, ya que casi no obtendría voto útil del PAN, que es del único lugar de donde podría obtener votos nuevos.
La culpa, desde luego, es de los panistas que están enfermos de odio contra AMLO, pero el detalle es que AMLO tampoco está haciendo mucho para caerles bien.
¿Entonces de dónde van a salir los votos que no tuvo AMLO en 2012?
Estoy de acuerdo en que Andrés Manuel -o quien se postule por la izquierda para la presidencia- forzosamente necesitará de más votos que en 2012, pero si no desarrolla una estrategia para obtener voto útil, será imposible que obtengan esos votos nuevos.
Y hasta la fecha no se ve por ningún lado que Andrés Manuel esté cambiando su estrategia para obtener voto útil del PAN.
No pueden decir los lopezobradoristas que AMLO no necesita esos votos. Claro que los necesita. En 2012 AMLO tuvo 15.8 millones de votos. Apenas 1 millón más que en 2006. Peña Nieto tuvo oficialmente 19.2 millones y el PAN 12.7 millones. ¿De dónde van a salir entonces los entre 9 y 14 millones de votos adicionales que dice el Peje?
Forzosamente le tendría que quitar votos al PRI o al PAN para llegar a 25 o 30 millones de votos.
El PRI no le va a dar votos. Al contrario; van a volver a comprar voto. Sólo del PAN podría AMLO tener esos votos adicionales. Pero para obtener esos votos adicionales, medio electorado panista tendría que votar por AMLO.
Y eso no va a pasar si AMLO no cambia su estrategia para buscar el voto útil del PAN.
Hasta que AMLO entienda esa, su idea de obtener millones de votos más sólo se queda en buenos deseos, pero nada más.
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