De acuerdo con Reforma, el comunicado explica que el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza explicó a la empresa China Railway Construction Co., el por qué de la repentina cancelación de la licitación, señalando que era porque los diputados federales plantearon que había supuestos favoritismos políticos. Dice el comunicado:
"(Ruiz Esparza) explicó que fue una decisión que él mismo le propuso al Presidente de la República, después de su participación en una reunión de trabajo extraordinaria en el Senado de la República, en donde integrantes de la Comisión de Comunicaciones y Transportes le manifestaron dudas que, desde el punto de vista de los legisladores, desacreditaban el fallo por supuestos favoritismos políticos".
La declaración es una mentira. Si bien es verdad que los diputados le cuestionaron a Ruiz Esparza si había favoritismos con una empresa de un cuñado de Carlos Salinas, en la misma comparecencia Ruiz Esparza dijo textual:
"No hay un sólo constructor de puertos o de trenes que sea mi amigo y no sé de ninguno que haya hecho un actos de influencia para estar participando en esto. No puedo decir nada más porque lo desconozco"
Si Ruiz Esparza dijo que ninguno de los contratistas era su amigo, ¿por qué después de la comparecencia con los diputados fue a decirle a Peña Nieto que suspendiera la licitación?
Además de que no era ningún secreto que Grupo Higa era el contratista consentido de Peña Nieto. Y Ruiz Esparza lo sabía desde mucho antes de la comparecencia puesto que se reunió en un hotel de Santa Fe con el dueño de Higa, como demuestran imágenes publicadas por El Informador.
No, a Ruiz Esparza le valía sorbete si se pensaba que había favoritismos. La cancelación no fue por eso. Si fuera por eso la hubieran cancelado desde mucho antes.
Lo que le hizo ruido a Peña Nieto, no a Ruiz Esparza, fue que se supiera que Grupo Higa le dio una mansión de 7 millones de dólares, y que ahora estaba siendo recompensada, junto con un cuñado de Salinas, con la licitación del tren de Querétaro, una de las obras más caras del sexenio.
Vaya, ni en China le creyeron a Ruiz Esparza ese cuento de evitar el favoritismo, ya que el primer ministro de China le recriminó a México y le pidió trato justo para las empresas chinas.
¿Para qué le hace al cuento entonces la SCT? Cancelaron la licitación por la mansión de Peña Nieto. Pero de nada sirvió, ya que de todos modos ahora millones de mexicanos ven a Peña Nieto como un ratero y un corrupto que usa de prestanombres a una actriz de Televisa para poder lavar dinero producto del tráfico de influencias.
Mejor que renuncien los dos; Ruiz Esparza y Peña Nieto. Porque los van a seguir cachando en sus trapacerías de todos modos.
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