La revista The Economist sugirió al ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, la renuncia del titular de Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, para que sea reemplazado por Manlio Fabio Beltrones, por el caso Ayotzinapa, al cual le dedica en enfoque de uno de sus artículos de esta semana.
Esto debido a que The Economist de plano considera que en algunas entidades, como Guerrero, lo que hay en México es un Estado fallido.
La revista consideró que a pesar de que no está en la naturaleza de Peña Nieto salir de su grupo de leales, "su gobierno cobraría más bríos impulsado por una figura más importante como ministro del interior, con la libertad de actuar", y "el candidato obvio es Manlio Fabio Beltrones, líder del PRI en el Congreso."
La cachetada con guante blanco a Peña Nieto es mucho más fuerte de lo que parece, ya que señala que si Peña cambia de estrategia "se habrá demostrado a si mismo ser un político mucho más trascendente de lo que ahora parece."
En otras palabras, The Economist considera que Peña Nieto es intrascendente.
Y no sólo eso. The Economist considera que responder con demasiada lentitud puede hacer que Peña Nieto pierda "la iniciativa para sus cuatro años restantes en el cargo y la credibilidad que necesita para conseguir sus reformas económicas."
OJO; Eso último es clave. Lo que está diciendo The Economist es que si Peña Nieto no hace cambios en su gabinete para resolver el caso Ayotzinapa, las trasnacionales no van a creer en su gobierno y no van a invertir en las reformas privatizadoras.
Lo que llama la atención es que The Economist sugiera a Beltrones como secretaro de Gobernación. Beltrones era el único que buscaba competir contra Peña Nieto por la candidatura presidencial del PRI. Eso significa que el llamado de The Economist no es sólo para que renuncie Osorio Chong, sino que sugiere que Beltrones podría gobernar mejor que Peña Nieto.
En otras palabras, lo que está sugiriendo entre líneas The Economist es la renuncia de Peña Nieto.
DOBLE OJO: Esta es la segunda revista de reconocimiento internacional que hace sugerencias de renuncia a Peña Nieto. Apenas un día antes lo hizo Forbes al degradar 23 posiciones a Peña Nieto en la lista de los más poderosos del mundo y señalar las protestas que exigen la renuncia de Peña.
El hecho de que la prensa internacional ya esté sugiriendo la renuncia de Peña Nieto, o como mínimo de su gabinete, apunta a una severa preocupación en el exterior por la incapacidad de Peña para gobernar.
La preocupación es justificada. En los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa el ejército estuvo involucrado tanto por acción como por omisión. Y si el ejército no puede garantizar la seguridad en México, las empresas trasnacionales no tienen la certeza que requieren para invertir.
De ahí que The Economist considere que "el gobierno (de Peña Nieto) parece pensar que si se resuelve el caso de Iguala, aliviará la presión (social)", pero "esto es tanto como subestimar la profundidad de la preocupación pública por la seguridad" en todo el país.
TRADUCCIÓN: El problema de seguridad pública es demasiado grande y demasiado serio como para que las trasnacionales se animen a invertir.
Algo me dice que cada vez más prensa internacional empezará a exigir poco a poco la renuncia de Peña Nieto, y que la versión de los normalistas calcinados para darle carpetazo al caso Ayotzinapa no va a funcionarle.
Y algo me dice que Peña Nieto no hará caso, lo cual derivará en la derrota del PRI en 2015 y en 2018. Esta vez ahora sí para siempre, al llegar la izquierda al poder.
Ojalá Peña no haga caso entonces.
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