jueves, 6 de noviembre de 2014

Arrinconados por Abarca, Chuchos y EPN pretenden embarrar a AMLO; EPN y Navarrete deben renunciar

Por Victor Hernández

Tanto Nueva Izquierda como Enrique Peña Nieto, de quien son aliados, quedaron ayer en evidencia por el caso Abarca.

En evidencia quedaron los Chuchos debido a los nexos de la familia Berumen, la cual escondió a Abarca, con Nueva Izquierda. Y en evidencia quedó Peña Nieto, ya que hasta la revista Forbes le echó en cara el caso Ayotzinapa.

Primero, Nueva Izquierda quedó en evidencia luego de que, ayer por la mañana, el diario Reforma publicara que la familia Berumen, empresa de renta de grúas, tiene nexos con los Chuchos, específicamente con un allegado a Carlos Navarrete de nombre Juan Carlos Beltrán Cordero.

La casa donde se escondía Abarca en Iztapalapa, además, está en una zona de influencia de Nueva Izquierda en Iztapalapa.

De inmediato los chuchos pretendieron negar los hechos. El primero que lo hizo fue Guadalupe Acosta Naranjo, quien declaró que no sabe qué tipo de contratos hubo con la familia Berumen o qué tipo de relación tenían con Abarca.

"Tampoco soy cercano a Andrés Manuel López Obrador, eso se sabe, entonces no sé por qué se contrataban esas grúas (de la familia Berumen), no era ni su operador ni su tesorero", dijo Acosta Naranjo, como si la contratación de las grúas fuera lo relevante.

No lo era, desde luego. Lo que importa no es quién le rentaba las grúas. Los clientes, al final, no son los responsables de lo que haga el proveedor. Lo que realmente importaba era los nexos de Berumen con gente cercana a Navarrete. Eso Acosta Naranjo nunca lo negó. Eso sí; trató de embarrar a López Obrador.

El siguiente que pretendió negar los hechos fue Jesús Zambrano, ex dirigente nacional del PRD, quien declaró horas más tarde que pretender vincular al PRD con la familia Berumen es una "infamia."

"Tiene que ver con estos señalamientos que yo los calificaría de infames. Por supuestos que al ser mentiras nos afectan", dijo Zambrano, quien un día antes fue abucheado y repudiado por estudiantes en la UNAM precisamente por el caso Ayotzinapa, ya que Abarca fue postulado por Nueva Izquierda.

Pero el nexo con Navarrete ahí sigue.

Unas horas después de eso salió ante los medios a pretender deslindar al PRD el propio Carlos Navarrete. En entrevista radiofónica, Navarrete declaró que "el PRD no tiene nada que ver con este personaje (Abarca), más que la decisión de postularlo como candidato a Presidente Municipal."

En sí la declaración fue un autogol, pero no contento con eso Navarrete siguió hablando de más:

"El hecho de que lo hayan detenido en Iztapalapa no dice nada de ninguna vinculación con el PRD. El PRD no lo protegió, el PRD no lo escondió", dijo Navarrete, quien negó que el hecho de que Abarca haya sido detenido en la casa de una muchacha hija de un proveedor del PRD no implica que haya un vínculo con ese proveedor.

Mintió Navarrete. Dos veces. Primero porque la casa no es de la hija del proveedor. La casa está a nombre del proveedor, de nombre Salvador Berumen.

Y segundo, Navarrete no refutó el señalamiento de Reforma del nexo entre Berumen y Juan Carlos Beltrán Cordero, quien era parte del equipo de Navarrete.

Evidentememte no le funcionó a Navarrate la entrevista radiofónica, ya que Jesús Ortega, el patrón de Navarrete, Zambrano y Acosta Naranjo, tuvo que dar una conferencia de prensa poco después para tratar de deslindar nuevamente al PRD.

Ortega también se pretendió deslindar de los Berumen, pero hubo un detalle que lo delató: En la conferencia de prensa estuvo presente Jesús Zambrano pero no estuvo presente Carlos Navarrete, que es al único al que se le podría preguntar sobre los nexos entre los Berumen y Beltrán Cordero.

Ya de plano en la desesperación, Jesús Zambrano dijo que Nicolás Mollinedo, director de logística de AMLO, fue el encargado de contratar a las grúas de Berumen para uno de los mítines de AMLO en el Zócalo.

Pero eso, de nuevo, es irrelevante. Berumen debe haber tenido varios clientes. Lo verdaderamente relevante son los nexos entre Berumen y los chuchos vía el allegado de Navarrete, Beltrán Cordero.

Y eso nadie en Nueva Izquierda lo ha aclarado.

A pesar de los deslindes, hasta dentro del PRD sonaron fuerte las voces que exigen la renuncia de Carlos Navarrete y una investigación a la dirigencia nacional del PRD.

De acuerdo con Reofmra, Miguel Barbosa, coodinador del PRD en el Senado, declaró que es necesario que los dirigentes del pRD comparezcan ante la PGR para aportar toda la información que tengan sobre los nexos personales políticos y financieros de los Abarca con el PRD.

"Yo veo que es obligado que algunos dirigentes nacionales comparezcan a declarar, eso sí lo veo. Los que tengan vínculos y de los que van a salir pronto vínculos. Y no hablo de vínculos de relaciones políticas, hay que deslindar perfectamente el trato que se tuvo con Abarca y no veo otra forma", dijo Barbosa.

Cuando le preguntaron si tendrían que comparecer Zambrano y Jesús Ortega, el senador declaró que "va a haber necesariamente declaraciones que se rindan ante la PGR por parte de gente de la estructura del PRD."

Por otro lado, el ex secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, pidió a Carlos Navarrete evaluar su permanencia en el cargo de presidente del partido en vista de los daños que Nueva Izquierda le ha causado al PRD. Dijo de acuerdo con Reforma:

"Él (Carlos Navarrete), por ser el presidente institucional de nuestro partido, pero por las reiteradas vinculaciones por los constantes señalamientos que se dan, es prudente que se evalúe la permanencia en la dirección nacional del partido".

"Se debe iniciar un proceso de señal de voluntad política con el cual se pueda transmitir a la población que el PRD tomará medidas más estrictas para evitar lo que llegó a las puertas del sol azteca: la infiltración de malas amistades".

"Es oportuno que Navarrete haga un alto en el camino y evalúe la permanencia en la dirección nacional, aunque sé que es un asunto muy duro puesto que se acaba de hacer cargo de la dirección, pero no porque él tenga algún vínculo, pero ramales de su expresión (Nueva Izquierda) sí lo tiene, y no es lo que yo lo diga"

En otras palabras, ni en el PRD le están creyendo a Nueva Izquierda que no tienen nexos con los que escondieron a Abarca.

PEÑA NIETO TAMBIÉN CONTRA LAS CUERDAS

Los chuchos no son los únicos que quedaron contra las cuerdas por el caso Abarca. El ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, tuvo ayer dos fuertes descalabros.

Primero, la revista Forbes lo redujo 23 lugares en el ranking de los más poderosos del mundo y le echó en cara tanto el caso Ayotzinapa como el hecho de que manifestantes en redes sociales y en la calle están exigiendo su renuncia.

De ahí que Peña tuviera que dar un desangelado discurso en la sesión plenaria de Banorte alegando que trabaja para generar mejores condiciones de crecimiento.

"México está haciendo su parte, México se está fortaleciendo internamente, ha modernizado su andamiaje legal que, como lo he señalado, propicia nuevas oportunidades para impulsar crecimiento económico y competitividad y la productividad de nuestro País", dijo Peña, poniendo en evidencia que en realidad no se lo están creyendo los empresarios y los tiene que convencer, ya que les tuvo que insistir en que aprovechen las condiciones que se están generando en México para recibir inversión.

El detalle es que ¿quién en su sano juicio va a querer invertir si saben que el gobierno está coludido con el narco en la desaparición de estudiantes?

Al final, Luis Videgaray, primer achichincle de Peña Nieto, tuvo que ademitir que el caso Iguala sí influye en la imagen de México.

Por si fuera poco, horas más tarde una multitudinaria marcha partió de Los Pinos a el Zócalo del DF para protestar por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Una de las consignas que más se escuchó fue la exigencia de que Peña renuncie, ya que ante la opinión pública, el caso de Ayotzinapa fue un crimen de Estado.

Desde luego, Peña Nieto también pretendió hacer cortina de humo tratando de culpar a AMLO. Los bots del PRI, por ejemplo, pretendieron inflar un hashtag contra Andrés Manuel López Obrador, pretendiendo achacarle nexos inexistentes con Abarca. Los peñabots de plano tuvieron que suspender el ardid porque nadie les creía.

La realidad es que ni a los chuchos ni a Peña Nieto les queda de otra. Deben renunciar a la dirigencia nacional del PRD, en el caso de los chuchos. Y Peña Nieto también debe renunciar a su cargo. Si los chuchos no renuncian a la dirigencia del PRD, el partido tendrá fuertes caídas electorales en 2015.

Y si Peña no renuncia, el país seguirá hundiéndose por mucho que pretendan culpar a AMLO con acusaciones falsas.

PD: Repetimos. Lo relevante no es quién contrataba a Grúas Berumen. Lo relevante es los nexos del dueño de Grúas Berumen con los chuchos.

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