Ayer el dirigente del PRD, Carlos Navarrete, salió con que los grupos de anarquistas que causan desmanes en las manifestaciones quieren derrocar al gobierno.
De acuerdo con Reforma, Navarrete dijo:
"Hay una ofensiva de grupos antisistémicos, no tengamos miedo de decirlo, desde Guerrero, en el DF, en Oaxaca, se han puesto en marcha grupos que tienen años guardados, ocultos y que creen que ahora deben aprovechar la legítima indignación popular de las marchas que se dan en la exigencia de justicia alrededor de los hechos de Guerrero para irrumpir violentamente.
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"Son los que creen que México vive momentos prerrevolucionarios y que quieren ellos, desde varios estados del País, derribar al Gobierno e instalar ellos un Gobierno revolucionario."
Para empezar, los anarquistas y encapuchados son del PRI. Hay amplia evidencia de que es el caso. Desde las imágenes de la quema de la puerta de Palacio Nacional, donde elementos del EMP fueron sorprendidos incitando a la violencia, hasta la represión de ayer por la noche, cuando fue fotografiado un encapuchado en sabrosa plática con un policía en pleno operativo federal.
Por otro lado, los encapuchados y anarquistas nunca han pedido derrocar a Peña Nieto. Lo que han buscado es infiltrar y reventar manifestaciones pacíficas. Prueba de ello es que ayer los manifestantes de Ayotzinapa los corrieron de la marcha.
Finalmente, quienes sí piden la renuncia de Peña Nieto son los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa y millones de mexicanos más.
¿O pretende Navarrete que creamos que los cientos de miles que marcharon ayer exigiendo la renuncia de Peña Nieto eran todos anarquistas?
Qué lambiscón de Peña Nieto se vio Navarrete de plano. Que vergüenza que el presidente del PRD se rebaje a ese nivel de servilismo con el PRI, de plano.
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