De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda publicados por Reforma el martes pasado, los ingresos petroleros cayeron 0.3% en los primeros ocho meses del año. Esto, sobra decir, por la mala administración de Pemex por parte del PRI.
Quien paga por esas pérdidas es usted, contribuyente de clase media, ya que gracias al aumento de impuestos en la reforma fiscal de Enrique Peña Nieto, la reucaudación aumentó 6.3%.
No, no es algo bueno. No había necesidad de subir los impuestos. Los aumentaron para pagar por las pérdidas de Pemex por la privatización.
El problema es que 6.3% adicional no es suficiente. La reforma energética que privatiza Pemex y el petróleo le permitirá a privados y trasnacionales tener contratos de renta compartida o de producción compartida que les dará 50% de la ganancia petrolera.
Eso quiere decir que el gobierno federal forzosamente tendrá que subir nuevamente los impuestos para poder pagar por las pérdidas que causará la privatización de Pemex.
Sólo dos cosas podrían evitar que esto suciediera:
1. La consulta energética en 2015.
2. Votar por la izquierda en 2015 y 2018 en caso de que rechacen sin justificación la consulta energética en la Suprema Corte de Justicia.
Vaya preparando usted sus votos entonces porque de lo contrario, usted pagará para que trasnacionales se lleven el petróleo que México podría estar aprovechando.
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