Ni mal llega a la dirigencia del PRD y Carlos Navarrete ya tomó la primer medida cuestionable sobre el partido.
De acuerdo con Reforma, Navarrete respondió al caso del ex alcalde de Iguala, Guerrero, diciendo que los candidatos del PRD se tendrán que someter a examen de los aparatos de seguridad del gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto.
"Voy a pedir que pasen por un examen por los aparatos de seguridad del gobierno mexicano. Que verifiquen nuestra condición, que vean nuestros contactos y relaciones, que verifiquen nuestro patrimonio", dijo Navarrete.
Lo cual es absurdo porque si el gobierno federal fuera tan eficaz para detectar delincuencia en los partidos, hace mucho que hubieran detectado al alcalde de Iguala o al militante del PVEM Germán Goyeneche, éste último al final de cuentas operador de Héctor Beltráon Leyva.
Por otro lado, al parecer Navarrete no sabe que todos los candidatos a un cargo de elección popular, políticos de alta jerarquía, y todos los funcionarios, son considerados como personas políticamente expuestas por el gobierno federal, por lo cual tienen escrutinio adicional por las autoridades financieras.
Eso quiere decir que si Peña Nieto no detectó nada en el ex alcalde de Iguala, o fue por inepto o por tapadera, así que resulta de plano una pérdida de tiempo que se pretenda someter a los candidatos del PRD al escrutinio de su gobierno.
En realidad lo que Navarrete está haciendo -quiero suponer que sin darse cuenta- es dejar que el gobierno de Peña Nieto palomee a los candidatos del PRD, lo cual es una intromisión muy grosera en la vida interna del partido.
Navarrete empieza mal al frente del PRD y si sigue como va acabará peor que sus antecesores de Nueva Izquierda, lo cual, al final, sólo beneficiará a MORENA.
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