El economista Paul Krugman publicó ayer un artículo en el New York Times atacando al bitcoin.
Tal y como ocurrió la vez pasada que Krugman atacó al bitcoin, en diciembre de 2013, esta vez Krugman también se equivocó.
El argumento de Krugman es que de alguna manera el bitcoin es la invención -o por lo menos es impulsado con propaganda- de los libertarios, que es la corriente política de Estados Unidos que se opone al control del gobierno en la economía.
Inclusive, Krugman cita a otra detractora del bitcoin con este lamentable pasaje:
"Algunos libertarios extremadamante ricos tienen mucho que responder si este tipo de gente (que compró bitcoin) pierde todo por haberles creído."
Llega Krugman al grado de comparar a los libertarios con los Republicanos que se la pasan sacándole dinero a sus seguidores engañándolos con el cuento de que el dinero es para evitar que Obama imponga leyes fundamentalistas musulmanas.
El error de Krugman es que eso es falso. Krugman claramente no sabe cómo funciona la ecnomía bitcoin.
Para empezar, los libertarios ricos de Estados Unidos -que son a los que Krugman se refiere- no son los que mueven la mayor parte del bitcoin en el mundo.
Poco más de 72% de las transacciones de bitcoin ocurren en China en Yuan. Quienes hacen esas transacciones son especuladores chinos, particularmente en Hong Kong. Sólo poco más de 21% de las transacciones en bitcoin son en dólares, mientras que los tres principales sitios de intercambio de bitcoin con el mayor volumen en el mundo son precisamente chinos: Huobi, OKCoin y BTCChina. (Fuente: CoinDesk.)
Y como Krugman debe saber, es muy difícil que un inversionista americano tenga acceso al Yuan debido a que el gobierno chino lo restringe para evitar fugas de capitales.
En segundo lugar, Krugman se equivoca al suponer que la promoción del bitcoin fue una especie de maniobra política fraguada desde Estados Unidos por los libertarios para engañar al público.
El bitcoin nisiquiera fue creado por un libertario, sino por un programador que simplemente quería que existiera un sistema alterno a los bancos privados para hacer transaccioines monetarias. Satoshi Nakamoto lo dice claramente en su presentación del bitcoin; los bancos privados son los que causaron la crisis de 2008 y por lo tanto no se puede seguir confiando en ellos.
Si bien Nakamoto también se queja de las políticas inflacionarias de los gobiernos, ese factor es pequeño comparado con el enorme golpe que le dio a los bancos privados al inventar el bitcoin. Eso está muy lejos de ser "libertario" y más bien suena a izquierda.
El segundo argumento de Krugman es balín. Dice que el precio del bitcoin ha caído 60% desde diciembre de 2013. Lo que no dice es que el precio del bitcoin se mantiene 300% más altos que en octubre de 2013 y mucho, pero mucho más alto en términos de porcentaje que su precio en 2011 y 2012, cuando costaba 9 o 20 dólares.
Lo que llama la atención es que Krugman no haga un verdadero análisis económico del bitcoin y se limite al mero golpeteo político, como si los libertarios de Estados Unidos de verdad tuvieran algo que ver con lo que hacen los especuladores de bitcoin en China.
Si Krugman hubiera hecho un análisis económico de verdad hubiera mencionado todo lo siguiente:
1. La adopción del bitcoin como forma de pago sigue creciendo y actualmente grandes empresas como Dell, Expedia, Overstock, NewEgg, etc, aceptan bitcoin.
2. La cantidad de comercios que aceptan bitcoin en el mundo aumentó por lo menos 25% entre abril y septiembre de 2014.
3. Universidades importantes como MIT y Georgia Tech integraron el bitcoin a los sistemas de pago de sus tiendas cooperativas. Y no son exactamente libertarias.
4. Por último -y esto es crucial- Nueva York está a punto de regular el bitcoin. Varios inversionistas han dicho que la falta de regulación es la causa por la cual no han querido comprar o invertir en bitcoin. Por lo tanto, una vez implementadas las regulaciones, el precio del bitcoin retomará la tendencia a la alta al tener los inversionistas la certeza que buscaban para invertir en la criptomoneda.
Lo más lamentable de todo esto es que el New York Times no le exija a Krugman algún tipo de respaldo documental para sus textos y permita que diga cualquier tontería simplemente porque es un premio Nobel de economía.
El problema es que lo que está haciendo Krugman no es economía, sino grilla contra los republicanos y contra los libertarios.
Lo cual me parecería bien de no ser por un detalle: cuando se ataca a un adversario político con datos falsos, y engañando al público, ya no es grilla, sino guerra sucia.
PD: Aclaro; no estoy de acuerdo no con los Republicanos ni con los libertarios. Pero tampoco estoy de acuerdo con la guerra sucia sea contra quien sea. Lo único que estoy señalando en esta columna es que Krugman atacó al bitcoin con falsedades y mostrando que claramente no sabe de lo que habla porque no se toma la molestia de investigar. Si lo hiciera, no estaría achacándole el tema del precio del bitcoin a los libertarios, cuando el precio del bitcoin está relacionado con la especulación en China, no con las grillas políticas en Estados Unidos. Le concedo, eso sí, que el precio del bitcoin va a depender en gran manera de las regulaciones al bitcoin en Nueva York, pero el gobierno de NY no es libertario ni ha mostrado interés en una postura libertaria para el bitcoin. Al revés; ha mostrado que busca regulaciones fuertes para capitalización y combate al lavado de dinero. Krugman debería saber esto. Si no lo sabe mal (¡vaya economista!). Si sí lo sabe peor, ya que le oculta la verdad a sus lectores.
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