Resulta poco creible la versión del gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto de que el líder del grupo criminal Guerreros Unidos, Benjamín Mondragón, se "suicidó" luego de un tiroteo con policías federales.
Supuestamente policías federales lo interceptaron en Jiutepec, Morelos, pero a la mera Mondragón "se suicidó."
Sin embargo, insisto, eso no es crecible.
Para empezar, ¿qué narco o qué líder criminal se suicida luego de una balacera con la PF? Si lo llegaran a atrapar va a la cárcel y desde la cárcel sigue viviendo como rey.
En el caso de Guerreros Unidos tampoco es creible debido a que justo después de que fueran arrestados 22 policías municipales de Iguala apareció una narcomanta de los Guerreros Unidos advirtiendo al gobierno federal priista que si no los liberaban, Guerreros Unidos empezarían a balconear nombres de los funcionarios de gobierno que han apoyado al grupo criminal.
Por lo cual, forzosamente uno se tiene que preguntar si Mondragón de verdad se suicidó o si lo suicidaron para que no revelara los nombres e información que sabe sobre los funcionarios y militares coludidos con el crimen organizado en Guerrero.
Porque, la verdad, eso de que "el detenido se suicidó" es uno de los cuentos que usaba el viejo PRI para justificar sus propios asesinatos y nunca nadie le creyó.
A ver quién les cree ahora.
Ahora bien; ¿quiere usted empezar a hacer algo contra esa podredumbre que el PRI está trayendo de vuelta al país? Pues entonces no vote ni por el PRI ni por el PAN (que son lo mismo) en 2015 ni en 2018.
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