Llaman la atención dos especies de contraprotestas que ocurrieron el viernes y el sábado que van contra el reclamo de justicia de la mayoría de los mexicanos, y que, de algún modo u otro, al que beneficial al final es... al PRI.
La primera ocurrió el viernes y la realizó un grupo estudiantes del Politécnico que fueron a Segob a "exigir" que se acabe el paro de los estudiantes que el retiro del plan de estudios y reglamento interno. También alegaron que al movimiento estudiantil del IPN lo "infiltró" MORENA. ¿Qué evidencia presentaron de eso? Ninguna.
De lo que sí hay evidencia es de que Miguel Ángel Osorio Chong se reunió con grupos porriles priistas del IPN y que esos grupos han sido señalados por pretender despolitizar y desmovilizar a los estudiantes.
Resulta curioso, además, que este grupo que fue a exigirle a Osorio Chong esencialmente que se acabe la protesta de estudiantes lo hizo el mismo día que los estudiantes del IPN marcharon a Tlatelolco y le echaron en cara que les pretendió verles la cara.
La segunda protesta que llama la atención ocurrió ayer sábado. Un grupo autodenominado "Organización Humanista por el Progreso Social" organizó una marcha supuestamente a favor de los soldados arrestados por el caso Tlatlaya. Que porque los acusan injustamente según ellos. Pero varias cosas sobre esa protesta resultan extrañas por decir lo menos.
La primera es el hecho de que, para ser una marcha de protesta, resultó súmamente lambiscona a Peña Nieto.
Y es que la Organización Humanista puso como condición para participar en la marcha no llevar pancartas ni consignas contra Enrique Peña Nieto ni contra el titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos. De acuerdo con Notimex, las siguientes consignas estaban prohibidas:
“Muerte a Peña Nieto, Muerte a Cienfuegos, Golpe de Estado, Que regrese Galván (exsecretario de la Sedena), Fuera Peña y su mal Gobierno, Galván tu tropa te necesita, Fuera el traidor de Cienfuegos”.
En cambio, sí se permitieron consignas como estas:
“Sr. Presidente Peña Nieto: Solicitamos una investigación justa para los militares involucrados en el caso Tlatlaya.”
“Unidos somos la gran fuerza de México.”
“Ellos solo cumplían con su deber.”
“Tú los llamas asesinos, ¡Yo los llamo héroes!”.
Si eso no era suficiente para sospechar de lambisconería priista (¿Unidos somos la gran fuerza de México? ¿Como en los slogans del PRI?), vean esta otra instrucción de los organizadores de la marcha/protesta:
“Recuerda que es una marcha pacífica, todo es con respeto sin ofensas hacia nuestro Sr. Presidente o a la CNDH."
¿Nuestro señor presidente? ¿Quién usa ese tipo de lenguaje? Sólo dos partidos: El PRI y el PVEM.
Pero ahí no acaba la cosa. A pesar de que hay abundante evidencia publicada por la agencia Associated Press de que los militares ejecutaron a 22 personas en Tlatlaya, y de que los soldados involucrados están relacionados con otra masacre similar, de acuerdo con Reforma en la marcha los participantes alegaron que las víctimas en realidad ¡eran delincuentes!
Suponiendo que lo hubieran sido -no está demostrado- en México no existe la pena de muerte, por lo cual matarlos como pelotón de fusilamiento no es justificable de ninguna manera.
Bueno, y a todo esto ¿quién está detrás de la tal Organización Humanista por el Progreso Social?
La presidenta de la Organización se llama Ana Lucía Zavala Rodríguez y por lo menos hasta febrero de 2013 era delegada electoral del PRD en Tamaulipas.
Sin embargo, ese dato ya no aparece en su perfil de Google+, en cual publicó mensajes como esto (con todo y faltas de ortografía):
¿Quién en el PRD pone en duda la versión de una sobreviviente de una masacre? Nadie.
¿Y quién en el PRD pone este tipo de propaganda del gobierno federal priista en su cuenta de Google+?
Con todos estos antecedentes, uno forzosamente tiene que preguntarse si el PRI está tratando de hacer contraprotestas para intentar hacerle creer a la opinión pública que de verdad haya quien esté en contra de los estudiantes del Politécnico y a favor de los crímenes del ejército.
Porque Tlatlaya no es el único acto criminal en el cual están involucrados los militares. De acuerdo con un sobreviviente de la masacre de Iguala, había militares cerca del lugar de los hechos y no sólo no impidieron la masacre, sino que se negaron a llevar a los normalistas de Ayotzinapa heridos a hospitales.
Ve uno esto y no puede uno evitar recordar el tipo de ardides que hizo el PRI en 2012 para tratar de combatir a #YoSoy132, con sus pantomimas de "Generación MX" y la infiltración de Manuel Cossío, quien hoy es achichincle en el CISEN.
Que responda Enrique Peña Nieto si está tratando de engañar a los mexicanos con contrainsurgencia social.
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