Tanto el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, como el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, deben renunciar a sus cargos debido a que son responsables por omisión de la masacre y desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero.
Los dos fueron omisos. Los dos sabían que José Luis Abarca, alcalde de Nueva Izquierda de Iguala, era un asesino. Y ninguno de los dos hizo nada para llevarlo ante la justicia antes de que cometiera más crímenes.
Desde Octubre de 2013 Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, funcionarios del gabinete de Peña Nieto, sabían del testimonio de un sobreviviente de otra masacre de Abarca en la cual él mismo habría matado de un escopetazo a un activista social.
Para nada hicieron para retirar a Abarca del poder. La consecuencia fue la orden que dio Abarca de masacrar a los estudiantes de Ayotzinapa.
Además, testimonios de sobrevivientes de la masacre señala que había militares en las inmediaciones pero ninguno hizo nada para detener la masacre ni para ayudar a las víctimas alegando que no podían hacer nada. Si se supone que Enrique Peña Nieto es el jefe supremo de las fuerzas armadas, entonces el proceder de los soldados es también su responsablidad y lo hace cómplice, de nuevo, por omisión.
Ni Aguirre puede con Guerrero ni Peña Nieto puede con el país. Ninguno está calificado ni capacitado para seguir en el poder. Y los dos son, como dijimos, cómplices por omisión.
Pero increiblemente, nadie en los medios ni en los partidos pide sus renuncias. Ni en MORENA, donde no se meten ni por asomo con Aguirre.
En los medios, que tanto se la pasaron llamando a apoyar a los pobrecitos estudiantes antichavistas de Venezuela, nadie ha llamado a apoyar de la misma forma a los estudiantes de Ayotzinapa ni han exigido que se llame a cuentas al gobierno priista ni han pedido la cabeza de Aguirre.
En el PRD nadie toca a Aguirre. Carlos Navarrete cometió la estupidez de aceptar que, en efecto, se podría pedir la renuncia de Aguirre pero no lo hacen si no piden primero la renuncia de Eruviel Ávila y de Egidio Torre. Como si eso disculpara a Aguirre. Al revés; Navarrete admite admite que Aguirre es igual de nefasto que los dos priistas.
Y en MORENA ni Andrés Manuel López Obrador ni Martí Batres han tenido el valor para exigir con nombre y apellido la renuncia de Ángel Aguirre.
Insisto: deben renunciar Aguirre y Peña Nieto. Sólo así podrá el país empezar un proceso de curación de su vida interna. No hacerlo equivale a escupir a los mexicanos en la cara y dejarles claro que al gobierno le vale si masacran con saña a estudiantes que lo único que buscan es empleo.
PD: Ayer en Tercer Grado, los televisos, particularmente Ciro Gómez Leyvaa, pretendieron deslindar a Peña Nieto de la masacre de estudiantes y alegaron que no tuvo nada que ver. Como demostramos en esta columna, Peña Nieto tuvo MUCHO que ver y debe renunciar por lo mismo. La lambisconería de Televisa lo que nos debe decir, en todo caso, es que están buscando a toda costa que esta masacre, de la cual Peña Nieto fue cómplice por omisión, no le afecte a Peña Nieto. No lo lograrán. Nadie les va a creer que el gobierno federal no es responsable de la seguridad de los mexicanos o de combatir al crimen organizado.
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