En el colmo de la estupidez y miseria humana del ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, y del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, ayer los maestros de Guerrero que están protestando para que aparezcan los 43 normalistas de Ayotzinapa que están desaparecidos detuvieron a 2 infiltrados que les mandó el ejército y la policía estatal.
De acuerdo con El Universal, los dos infiltrados estuvieron tomando fotografías de los maestros en la caseta de Palo Blanco.
Al darse cuenta, los amestros los detuvieron, quemaron sus motocicletas, los difentificaron como orejas y anunciaron que los entregarían a la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
¿Pero qué imbecilidad es esa? ¿Cómo se le ocurre a los gobiernos estatal y federal mandarles espías a los maestros en vez de usar todos los recursos y personal disponible para buscar a los normalistas desaparecidos?
¿Qué les van a espiar, además? Como si las fotos de los maestros no salieran a cada rato en los medios.
¿Y así quieren que no piense la opinión pública que Peña Nieto y Ángel Aguirre están siendo omisos con el narco?
Repito; qué imbecilidad. Lo único que lograron fue ponerse en evidencia como represores y fascistas, y dejaron claro que las declaraciones de Peña Nieto de que supuestamente es prioridad para su gobierno encontrar a los normalistas es una mentira.
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