Anoche falleció Jorge Saldaña, periodista, analista político, conductor de radio y televisión y escritor.
Tuve el honor de que don Jorge recomendara a su público mi trabajo en el antiguo blog del Sendero (hoy ya no existe ese blog, aclaro).
También me permitió defenderme en su programa de radio de las acusaciones de Nueva Izquierda cuando el hermano de Jesús Ortega pretendió denunciarme ante la PGR por decirle sus verdades a su corriente dentro del PRD.
Nunca se me va a olvidar un comentario que hizo una vez en su programa de radio: "yo era lopezobradorista desde antes de que naciera López Obrador." Lo dijo sin tapujos y sin titubeos, para dejar claro cual era su postura política. Pocos comunicadores tienen ese valor.
Qué bueno que Jorge Saldaña puso ejemplo para otros comunidadores. Siempre se le recordará por eso. Pero también creo que su fallecimiento debe servir a la izquierda para que se de cuenta de que necesita empezar a desarrollar nuevos talentos.
Me explico: uno de los grandes y graves defectos de mucha gente en la izquierda es su tendencia a creer en figuras monolíticas que los rescaten y hagan la chamba de la "revolución" por ellos.
Como en la izquierda creen que existen figuras monolíticas que los van a rescatar y hacer la "revolución" por ellos, la izquierda no se toma la molestia de actualizarse y buscar otros talentos ni otras figuras.
¿Para qué buscar otros locutores de izquierda si ahí está Saldaña? ¿Para qué buscar otros moneros si ahí está Rius y ahí están los chamucos?
¿Para qué buscar otros actores si ahí están Gómez Cruz, Giménez Cacho y Dolores Heredia?
¿Para qué buscar otros intelecturales si ahí están Elena Poniatowska y Monsiváis?
Pero cuando las figuras monolíticas de la izquierd fallecen, entonces luego todos empiezan con "¿Y ahora qué vamos a hacer? ¿Por qué se fue si tanta falta nos hace?"
Pues porque nadie vive para siempre.
Lo único que le puedo reconocer a la izquierda en términos de buscar otras figuras y no clavarse en una figura monolítica es en el hecho de que cuando dejó de existir el Sendero se buscaron otros blogs y otros sitios de internet. No tienen idea del gusto que me dio cuando pasó eso. Porque ya no sentí que toda la responsabilidad de la comunicación ciudadana de izquierda la tenía yo. La "revolución" ya no la tengo que hacer yo. Ya la hacen entre muchos.
Creo que lo mismo pensaría Jorge Saldaña si hoy la izquierda dijera "bueno, ya no está Jorge Saldaña pero hay que encontrar a otros Jorges Saldaña que puedan seguir con el trabajo de comunicación de izquierda".
Pero para que eso pase, la izquierda tiene que cambiar de forma fundamental su manera de pensar. Tiene que independizarse de figuras monolíticas y apoyar proyectos, no personas.
Tiene que hacer, en otras palabras, lo que dijera en 2006 Jorge Saldaña: convertirse en un pueblo de ciudadanos.
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