El PAN habría sido cómplice de las operaciones del narco en Guerrero luego de que apoyó la candidatura de Ángel Aguirre a la gubernatura del Estado, sugiere el testimonio del líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias.
De acuerdo con el testimonio publicado en Reforma, la familia Pineda Villa, la de la esposa de José Luis Abarca, financió la campaña de Ángel Rivero a la gubernatura de Guerrero en 2010.
El testimonio publicado en Reforma alega que María de los Ángeles Pineda Villa, esposa de Abarca, era la responsable del dinero de los Pineda Villa, cuyo capital venía de los hermanos Mario Pineda Villa "El MP" y Alberto Pineda Villa "El Borrado", ambos asesinados en 2009.
"María de los Ángeles Pineda Villa es la actual amante del Gobernador del Estado de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, y quien también fue financiado para su campaña por estas personas", dice el testimonio de Casarrubias.
Esto, como dijimos, indica que el PAN habría sido cómplice del narco en Guerrero por dos razones.
Primero, porque en efecto el PAN declinó en Guerrero a favor de Ángel Aguirre cuatro días antes de las elecciones de 2011.
Inclusive, fue ampliamente publicada la fotografía de La Jornada de Gustavo Madero y el candidato del PAN, Marcos Parra, levantándole la mano a Aguirre luego de declinar.
Si Aguirre fue financiado con el narco, y era amante de la esposa de Abarca, entonces al declinar por Aguirre el PAN se convirtió en cómplice del narco.
Pero hay otra cuestión: Si lo que dice Casarrubias es cierto, entonces ¿cómo es que el gobierno federal panista de Felipe Calderón nunca detectó la inyección de dinero del narco a Aguirre? Y si sí la detectó ¿por qué nunca hizo nada?
Calderón sabía desde 2009 de los nexos del narco con la familia Pineda Villa. De hecho, sabía que Abarca estaba casado con María de los Ángeles Pineda Villa cuando Abarca quiso ser candidato y nunca lo investigó ni hizo nada para impedir su candidatura.
Tampoco hizo nada para investigarlo Enrique Peña Nieto cuando llegó al poder a pesar de que tenía el expediente de los Pineda Villa en la PGR. Y tampoco lo investigó cuando René Bejarano le informó directamente a Jesús Murillo Karam de las acusaciones de asesinato contra Abarca en octubre de 2013.
Increible entonces que el PRI y el PAN pretendan achacarle la responsabilidad de la masacre de Iguala a Andrés Manuel López Obrador y hasta a los normalistas, cuando fueron ellos los que, por omisión, permitieron que Abarca llegara al poder y permanecer el poder.
Y en el caso del PAN, tampoco se pueden zafar de la realidad de que también fueron ellos los que apoyaron a Aguirre declinando a su favor.
Foto: La Jornada
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