El gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretende usar la reforma energética para generar un esquema de venta de gasolina que podría potencialmente generar monopolios de la gasolina y, por ende, mentener precios más altos de la gasolina a futuro.
Esto ocurriría por medio del plan que tiene el gobierno priista para que las gasolineras bajen sus precios al público de la gasolina de manera artificial y compensen las pérdidas con reducciones de costos de operación y aumentos en las ventas de otros productos.
Lo anterior fue dado a conocer por El Universal el miércoles pasado. El plan del gobierno priista, por medio de Pemex, es que las gasolineras bajen sus precios al público sin que realmente bajen los precios de la gasolina y compensen las pérdidas con negocios complementarios.
Los negocios complementarios podrían ser pagos electrónicos, nuevos productos y negocios como lavado de autos, hoteles y moteles, agua para camiones, servicio de WiFi u otros productos y servicios. O bien, accediendo a poner anuncios con pantallas LED en las gasolineras y obtener una ganancia mensual por la comercialización.
La idea no es de las gasolineras, sino de Pemex. Y crea un problema muy serio, ya que sólo las gasolineras con mayores ingresos podrían aguantar bajarse de precio y ofrecer otros prodctos, puesto que el margen de ganancia de las franquicias de Pemex para el dueño de la gasolinera por cada litro de combustible es de 6.5% del precio al público.
Una gasolinera que no tenga autolavado, motel, etc, no le podrá ofrecer precios más bajos al público. Esto reduciría su clientela y eventualmente forzaría a la gasolinera a cerrar.
El resultado del cierre de gasolinas por la "competencia" artificial que pretende Pemex es el crecimiento de monopolios de la gasolina que, una vez controlando todo el mercado, jamás bajarían su precio al no tener competencia ni incentivos para bajarse de precio.
Inclusive si sólo existieran dos o tres empresas controlando las gasolineras, eso no sería suficiente para incentivar la competencia. Lo vemos actualmente con la telefonía celular y con la televisión. Dos o tres empresas interesadas sólo en ganancias controlando todo el mercado es garantía de precios altos y mal servicio.
"Ah pero entonces si hay un sólo monopolio del Estado tampoco habría buenos productos ni precios bajos", dirán los PRIANistas. Pero eso es falso. Las empresas del Estado en México pueden bajar sus precios a niveles que no pueden las empresas privadas ya que el principal objetivo del Estado no es la ganancia, sino la atención a las necesidades de la población.
¿Quieren evidencia de eso? Comparen los precios del Súper ISSSTE y los de Soriana, Wal Mart, o de Comercial Mexicana. Súper ISSSTE tiene precios más bajos porque no necesitan tener los niveles de ganancia que sí exigen las demás empresas.
Lo que va pasar con el plan artificial del gobierno priista es que vamos a acabar con pocas empresas controlando los precios de la gasolina y dando precios altos.
¿Por qué está proponiendo este plan el gobierno priista de Enrique Peña Nieto entonces? Para generar la apariencia de precios bajos de la gasolina para fines electorales.
Sí; en enero de 2015, año electoral, se le aplicará un mega-gasolinazo de 3% que subirá el precio de la magna a 13.70 pesos. Por lo cual al gobierno federal priista está desesperado por encontrar la manera de que parezca que bajó el precio de la gasolina, ya que a casi 14 pesos el litro de magna la gente estará muy molesta con el PRI votarán contra ese partido.
Así que ahora el PRI está buscando la manera de que parezca que bajaron los precios de la gasolina de manera artificial por lo menos hasta que pasen las elecciones.
La realidad es que no es posible bajar el precio de la gasolina con la reforma energética y el propio PRI lo ha admitido.
Lo grave es que Luis Videgaray ha estado tratando de engañar a la opinión pública haciéndole creer que con la reforma energética bajará el precio de la gasolina.
De acuerdo con El Universal, Videgaray declaró el miércoles pasado que "con la implementación de la reforma energética y los menores costos de refinación, de traslados de combustibles y de la entrada en vigor de competencia y de la libre importación de gasolinas se podrá tener disminuciones en los precios de las gasolinas."
Si Videgaray de verdad cree eso, debería renunciar a su cargo por inepto e ignorante.
La gasolina no bajará con la competencia ya que no hay nuevas refinerías. Y no hay porque no quiere Peña Nieto. Costaba menos la refinería de Tula que el aeropuerto de Texcoco, por ejemplo. Y no habrá nuevas refinerías hasta quien sabe cuándo.
Tampoco bajará el precio de la gasolina con la competencia ya que el margen de ganancia para los gasolineros es de 6.5% y no les es posible bajarse a un margen de verdad significativo para el público.
La importación tampoco bajará el precio de la gasolina, ya que es precisamente el hecho de que se importa 40% de la gasolina que se consume en México lo que hace que el precio siga alto.
Todo esto lo sabe el PRI. Tan lo sabe que el 18 de julio pasado el coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, dijo esto:
"¿Tiene un costo político? Hemos dicho y reitero: ¿Va a bajar la gasolina?, no...estamos dispuestos a asumirlo (el costo político)".
Prepárense entonces para ver algunas reducciones de precios de la gasolina de manera artificial en 2015 por lo menos de enero a julio, que es cuando serán las elecciones. Luego de eso, prepárense para ver precios más altos y, de continuar el plan del PRI para bajar el precio de la gasolina de manera artificial, prepárense para ver monopolios de la gasolina que van a terminar detestanto tanto como detestan a Telmex, Televisa, etc.
Y todo gracias a la reforma energética de Enrique Peña Nieto que privatiza Pemex.
¿Quieren impedir que eso pase y quieren que de verdad bajen los precios? Entonces voten contra la reforma energética en la consulta energética de 2015 y voten por la izquierda en 2015 y 2018.
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