El viernes pasado por la tarde las dos notas principales de Reforma fueron estas:
"Baja SHCP estimación a 3.7% para 2015. La SHCP redujo en sus Criterios Generales de Política Económica su previsión de crecimiento para 2015, de 4.7 a 3.7 por ciento."
"Asignan 16.2 mmdp para nuevo AICM. La Secretaría de Hacienda informó que la obra del nuevo Aeropuerto capitalino tendrá una asignación inicial de 16 mil 219 millones de pesos."
O sea que a pesar de que el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto sabía que la economía mexicana se caería nuevamemte en 2015, de todos modos asignó 16 mil 219 millones de pesos para el nuevo aeropuerto del DF.
Y OJO: la proyección de 3.7% de crecimiento del PIB es una absoluta guajira y masturbación mental del gobierno de Peña Nieto, ya que el paqute económico entregado por Luis Videgaray el sábado pasado al Congreso establece que la cantidad podría ser menor debido a problemas con la economía de Estados Unidos y otras partes del mundo.
No sólo eso; en diciembre de 2013 el Banco de México estimaba un crecimiento del PIB de 3.4% en 2014, pero la cifra se ha tenido que reducir a menos 2.3% o menos.
Eso quiere decir que en realidad el crecimiento del PIB para 2015 no será de 3.7%, sino de 2.4% o menos.
Y aún así, insisto, el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto pretende despilfarrar el dinero en el nuevo aeropuerto a pesar de que urgía más una nueva refinería.
Luid Videgaray pretendió justificar el despilfarro del aeropuerto alegando que se cubrirá con recursos "autofinanciados" por el pago de derechos de que recibe el aueropuerto de la Ciudad de México y con recursos fiscales.
Lo que no dijo Videgaray es que el pago de derechos fue un nuevo impuesto que se recauda desde enero pasado aumentando el precio del boleto de avión. En otras palabras, el costo del aeropuerto NO era autofinanciable, sino que se le tuvieron que subir los impuestos a los mexicanos para pagarlo.
Ahora bien, con los 16 mil 291 millones del aeropuerto bien se pudieron haber financiado proyectos de verdad productivos que generaran empleos imediatos, incentivaran el consumo y por ende aumentaran el PIB. Eso urge más que un nuevo aeropuerto.
Pero Enrique Peña Nieto quería su obra faraónica para ver si así mejoraba su maltrecha imagen ante la opinión pública.
No se le va a hacer. Al no haber crecimiento económico el año que viene, ni empleo, y al continuar los gasolinazos (la Magna subirá a casi 14 pesos por litro para finales del año que viene) lo único que habrá será descontento popular que la gente desde luego le cobrará al PRI en las urnas.
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