El priista Raúl Cervantes, quien era presidente de la mesa directiva del Senado, pidió licencia hace unos días para ausentarse de su cargo y buscar ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Eso es una verdadera atrocidad, ya que no puede un priista declarado, y achichincle además de Enrique Peña Nieto, convertirse en ministro debido a su clara filia política, la cual haría a la SCJN aún más lacayuna y presidencialista de lo que ya es.
Oficialmente, Cervanes se incorpora como acadmémico al ITAM, según publica El Universal. La realidad es que Cervantes busca que lo pongan en la SCJN.
Poner a Cervantes en la SCJN sería garantía de que por lo menos uno de los ministros jamás contradiga ni vote en contra de los abusos del gobierno federal priista.
Ya de por sí la SCJN es lacayuna y dócil con el gobierno federal. Pero poniendo de ministro a un militante declarado del PRI que apenas acaba de salir del poder legislativo, sería un descaro y un atropello a los balances que deben existir en los tres poderes de la únión.
Con Cervantes en la SCJN lo que realmente estaría haciendo el PRI es regresar a los tres poderes de la únión al presidencialismo totalitario de antaño, en el cual el PRI dictaba desde Los Pinos cómo tenían que votar en las dos cámaras del Congreso y en la Suprema Corte.
Por salud de la vida política de México, el Congreso NO puede permitir que Cervantes sea ministro de la SCJN. Los ministros deben ser imparciales y sin aficilación partidista para que de verdad puedan impartir justicia. Cervantes claramente no se apega a esa definición.
PD: De llevar Cervantes a la SCJN, se convertiría en la Suprema Corte de JustPRIcia de la Nación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario