jueves, 4 de septiembre de 2014

Costaba refinería de Tula menos que nuevo aeropuerto y se necesitaba más #AeropuertoMex #DiganLoQueDigan

Por Victor Hernández

La refinería de Tula, que el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto canceló en noviembre de 2013, costaba menos que el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y se necesitaba más para reducir el precio de la gasolina.

El costo de la refinería de Tula era de 12 mil millones de dólares, mientras que el costo del nuevo aeropuerto, de acuerdo con el plan presentado por el gobierno priista de Peña Nieto, es de 168 mil 880 millones de pesos, casi 13 mil millones de dólares, sólo para su primera etapa, la cual no operará hasta 2020.

Curiosamente, para la construcción del nuevo aeropuerto el gobierno federal priista no dijo que se necesitaba de inversión privada. De hecho, el 60% lo pagará el erario y el otro 40% lo pagarán los usaurios de aerolíneas por medio de un nuevo impuesto que impuso Peña Nieto sin avisarle a nadie, el cual se recolectó a la fuerza subiendo el precio de los boletos de avión.

No sólo eso; el gobierno de Peña Nieto declaró que considera emitir bonos a pagar en 30 años para la construcción del aeropuerto.

Esto quiere decir que el gobierno federal sí pudo haber construido la refinería de Tula e inclusive pudo haber diseñado instrumentos financieros para pagarla, pero simplemente no quiso. Y no quiso para que las refinerías fueran privadas.

Todo esto perjudica a los mexicanos por diversas razones:

1. Se le niega al país la construcción de una nueva refinería pública, la cual podría producir gasolina que no se tiene que sujetar a los precios del mercado. Al pretender que las nuevas refinerías sean privadas, Peña Nieto obliga a los mexicanos a pagar precios más altos por la gasolina ya que se vendería a precio de mercado.

2. Se le aumenta el precio del boleto de avión a los mexicanos, con lo cual se inhibe el turismo y el comercio.

3. A futuro, se le incrementa a los pasajeros que arriban a la Ciudad de México el costo del transporte terrestre, ya que se tendrá que pagar más por los taxis desde y hacia el nuevo aeropuerto.

Y a diferencia de la nueva refinería, la cual le daría un beneficio inmediato a todos los mexicanos, el nuevo aeropuerto a quien beneficiará realmente no será a todos los mexicanos -puesto que no todos los mexicanos viajan al DF o del DF- sino a las aerolíneas. Los mexicanos que viajan al DF o del DF lo hacen sin problemas desde el aeropuerto actual.

Desde luego, nada de esta información la ha admitido Peña Nieto ni mucho menos la han dado a conocer en los medios que se la han pasado lambisconeando a Peña con el anuncio de su elefante blanco obra faraónica.

Pero en blogdeizquierda.com nosotros sí decimos las verdades que los demás medios callan.


PD: Por cierto que el diseño del aeropuerto de Norman Foster y el yerno de Carlos Slim es un mal chiste. Pero se lo vendieron al ignorante de Peña Nieto como si fuera el águila y la serpiente en un nopal. En realidad parece un pollo desplumado cagando. Vea usted la imagen al inicio de esta columna y encuentre las diferencias.

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