Me entero esta mañana de que uno de los amanuenses del PRI le está haciendo guerra sucia al periodista ciudadano Julio Roa por haber señalado verdades incómodas del empleado de Televisa Ciro Gómez Leyva.
Que Julio está organizando "linchamientos" contra Gómez Leyva, dice la calumnia que alguien que recibe línea del PRI ha estado difundiendo.
Para empezar eso es una idiotez. Ciro Gómez Leyva tiene programa de radio, columna en un diario de circulación nacional, y aparece en un programa de Televisa.
En cambio Julio Roa tiene una página de internet que si bien es muy leída, no alcanza el rating que sí alcanza el sitio de internet de Milenio, donde publica Gómez Leyva, o la audiencia de su programa de radio.
Julio tiene además una cuenta de Twitter con 14.4 mil seguidores contra casi el doble de seguidores de la cuenta de Twitter de Gómez Leyva, quien rebasa los 36 mil 700 seguidores.
Se trata, pues, de un ciudadano de a pie (Julio), contra un empleado de dos empresas de medios con mucho dinero y, en el caso de Televisa, poder político.
¿Cómo va a poder Juio Roa "organizar linchamientos" entonces si no tiene la audiencia ni el poder político que sí tiene Ciro?
A menos, claro, que la audiencia de Ciro sea ficticia y por eso le tema a la audiencia de Julio.
¿Qué fue lo que hizo Julio para merecer que lo calumniaran? Decir la verdad.
Primero señaló, documentos en mano, que Ciro Gómez Leyva mintió al asignarle el segundo lugar en popularidad de internet en México a un sitio que no es el segundo más leído ni por asomo. También demostró con documentos en mano que era mentira que el programa de Ciro era el de mayor audiencia a nivel nacional, ya que la empresa que midió ese rating sólo opera en el Valle de México, no a nivel nacional.
Luego de eso Julio cuestionó, fotografías y tuits en mano, si la insistencia de Ciro por promover al sitio que no es el segundo más leído es en realidad por un conflicto de intereses debido a que la presunta pareja sentimental de Ciro hace un -malísimo- video dizque de noticias, pero con la seriedad que tendrían luminarias del periodismo como Paty Chapoy, Pepillo Origel, o el ahora experto en economía Marco Regil.
Luego de eso, Julio señaló que Ciro mintió cuando dijo que sólo un senador panista se había quejado de que lo quiso sobornar para votar a favor del PRI el coordinador del PAN en el Senado, Jorge Luis Preciado. Y en efecto Ciro mintió. El diario Reforma publicó que fueron dos los senadores que se quejaron. Uno porque Preciado le ofreció medio millón de pesos y otro porque Preciado lo invitó a una fiesta con prostitutas.
Finalmente, Julio cuestionó el que Ciro Gómez Leyva defendiera a Rafael Moreno Valle, gobernador panista de Puebla, y por haber pretendido validar la versión de Moreno Valle de que fueron los manifestantes los culpables de la muerte del niño José Luis Tehuatlie Tamayo. La CNDH evidenció que no fueron los manifestantes, sino la policía de Moreno Valle, la que mató al niño.
Nada de lo que ha cuestionado Julio ha sido falso. Ha señalado con los pelos de la burra en la mano las inconsistencias, mentiras y posibles conflictos de intereses de Ciro Gómez Leyva, como debe hacer cualquier ciudadano que quiera medios de verdad informativos y veraces, ya que esos medios, al final, reciben dinero del erario en forma de publicidad.
Eso fue lo que causó escozor entre los intereses priistas que vieron en Julio un riesgo para mantener la charada de "medios" con los que se le lustra las botas al poder y se desinforma al público. Por eso ahora decidieron calumniar a Julio llamando "linchamiento" a las verdades incómodas que publica Julio.
La realidad es que Julio no ha dicho una sola mentira. En cambio Ciro Gómez Leyva ha dicho varias. Ahí no hay linchamiento. Linchamiento es el que hacen contra Julio por decir la verdad.
¿No quiere Ciro que lo critiquen? Entonces que no diga mentiras ni pretenda engañar al público con conflictos de intereses.
Por otro lado, yo le sugiero a Radio Fórmula que empiece a ponerle atención a lo que señaló Julio. Si Ciro de verdad está promoviendo a un sitio nadamás porque su novia está ahí, entonces, de confirmarse la versión, los anunciantes de Radio Fórmula van a empezar a preguntarse por qué a ellos les cobran por anunciarse mientras a otros les dan publicidad gratis nadamás por los intereses personales de Ciro.
Si yo fuera anunciante de Radio Fórmula les aseguro que ya estaría exigiendo la devolución de mi dinero por trato desigual y estaría reportando todo esto ante PROFECO.
Radio Fórmula debe tomar cartas en este asunto porque si bien Ciro ya está muy quemado, la estación Radio Fórmula todavía está a tiempo de limpiar su imagen no permitiendo este tipo de situaciones. Particularmente cuando se trata de ataques a ciudadanos que obviamente no tienen el mismo poder de audiencia que un locutor de esa empresa.
PD: Y a todo esto ¿no está Ciro grandecito como para defenderse solo? ¿Para eso necesita amanuenses? Cuando a Carmen Aristegui la atacan ella siempre se defiende sola aunque la defienda su audiencia en internet. Lo cual nos lleva a una pregunta interesante: ¿y la audiencia de Ciro ya lo defendió?
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