Dos nuevos datos que siguen indignando y llenando de rabia por la miseria humana de Mamá Rosa, a quien el historiador de derecha Enrique Krauze insistió en defender.
Reforma publicó ayer que cuatro víctimas de Mamá Rosa se suicidaron tras haber sido cerrado el albergue La Gran Familia. ¿La causa? "por los daños psicológicos que les produjo el internamiento en esta casa-hogar", dijo Julio Hernández Barros, comisionado de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del gobierno federal.
"La mayoría (de los suicidios) ya en sus hogares de donde son originarios y, como nos reportan los propios familiares, como secuela de los daños psicológicos que les produjo el internamiento en esta casa-hogar. Estamos investigando esos casos", dijo Hernández.
María Ampudia, titular de la fundación "Y Quién Habla por Mi", fue quien reportó ayer el suicidio más reciente.
"No pudimos llegar a tiempo con uno de los pequeños que iban a venir (a la CEAV a declarar): se suicidó, se colgó, un chico de 11 años. Es una tristeza que a este pequeño se no se le haya dado la oportunidad de resarcirse. Estamos tristes, de luto", dijo Ampudia.
La segunda nota la menciona Reforma pero se da a conocer más a detalle en El Universal: a los internos de Mamá Rosa les daban trato de campo de concentración.
Y es que Hernández Barros reveló que algunas de las víctimas "fueron víctimas de abuso laboral, otros de delitos sexuales, otros víctimas de lesiones y tratos infamantes. Hemos vitso que fueron tatuados con números o señas particulares del albergue, otros quemados."
Como se recordará, los nazis tatuaban con numeros de presos a los judíos a los que enviaban a campos de concentración.
¿Cómo es posible que tanto Enrique Krauze, quien es judío, como su hijo León Krauze hayan defendido a Mamá Rosa luego de haber permitido ese tipo de barbarie?
La nota de Reforma agrega el testimonio de una víctima de Mamá Rosa que intentó suicidades y que fue llevada al albergue a los 9 años, estando ahí otros 9 años. Dice:
"No le hacía caso a mi mamá y me decía que me iba a llevar a ese internado, luego le fueron con el chisme a mi mamá de que yo le pegaba a mi abuelita, pero no fue cierto, y mi mamá fue por mi y me llevó al internado, y el primer día me pegó 'La Jefa' (Mamá Rosa)".
Nueva años, dos meses y seis días estuvo Dulce Alejandra Lira Nolasco, quien tiene marcas en los brazos por cortaduras que se hizo con vidrios.
"Me dijeron que mi mamá no me quería y que por eso estaba ahí, que ella necesitaba estar con otras personas. Ahí nos quitaron los tatuajes, nos quemaron, nos mordían, nos cortaron, bueno, yo también me cortaba sola, por la desesperación."
Lo peor es que a pesar de que Dulce Alejandra logró escapar 12 veces, gente de Mamá Rosa la localizaba y la regresaba.
"Los castigos por escaparme eran más fuertes, me encerraban en uno de los baños, nos cortaban el pelo, a rapa, para que así nos diera vergüenza por si queríamos volver a escapar. Al 'Manitas? se lo llevaron envuelto en sábanas y no supimos más de él", relata.
"Una vez Jaime (uno de los asistentes de Mamá Rosa) me pisó la cabeza y me comenzaron a pegar, que porque una amiga me prestaba un celular para hablarle a mi mamá y no era cierto. Una chava que se llamaba Karen era la que comenzó a hacer los chismes, y también 'La Tatis' me comenzó a pegar; también Aurora, maestra de orquesta, incluso a mi amiga le pegó, le sacó sangre de la nariz, a todas nos pegaban, 'El Lenguas' quiso abusar de mi", agrega.
La madre de la víctima señala que su hija tiene mordidas en la espalda y marcas de dientes que aún se le pueden ver; que le quemaron un brazo.
Relata que llevaba dinero primero cada 8 días y luego cada 4 mese, y que una vez encontró a su hija con un desgarre. "Casi le sacaron un ojo."
A ella, Rosa María Verduzco "Mamá Rosa" le exigió 400 mil pesos y dos niños más para que le entregara a su hija.
Tuvo que vender una casa en la frontera para obtener el dinero, pero Mamá Rosa le pidió a la policía de Zamora que se llevara a la madre de la víctima para que ya no insistiera en llevarse a su hija.
Esto que sigue es atroz. Cuando le pregunta a la madre de la víctima por qué llevó a su hija al albergue de Mamá Rosa, esta es la respuesta:
"Yo quería darle un susto (a mi hija), que viera lo que sufrían las personas, que viera lo que pasaba realmente ahí, me dijo 'Mamá Rosa': 'déjela para que vea como está aquí y en tres horas vienes por ella', y cuando volví no me regresaron a mi hija, ahí estuve, anochecía, amanecía, anochecía, volvía a amanecer pidiendo a mi hija".
Pero Verduzco dejó ver a su hija hasta 2 años después.
"La encontré desnutrida, golpeada, delgada, con un montón de piojos, sin poder hablar porque siempre estuvo un custodio enfrente."
Encima, la gente de Mamá Rosa le pidió dinero para poder llevársela.
Por esa razón, las familias de las víctimas piden la cárcel para Mamá Rosa.
Esa es la podredumbre de Mamá Rosa, a quien tanto defendieron Enrique Krauze, León Krauze, Vicente Fox y Martha Sahagún. Esa es la miseria humana que un Nobel francés pretende que toleremos simplemente porque mira qué bonito cantan los niños de ese albergue.
Ajá. ¿Y también querrá que le aplaudamos a los nazis por sus actividades culturales?
Imbéciles, miserables y de mala entraña todos los que preteden defender a Mamá Rosa. Todos y cada uno.
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