El balconeo en Cuernavaca |
--¿Pero regresa a trabajar el 25? –sé que el hindú no
está contento por mi decisión.
--No, el 25 vuelo de regreso –trato de no ser
antagonista, pero, ya no doy más.
Estoy muy viejo para esos trotes de proyectos a
matacaballo. He estado en chinga por
semanas, casi no durmiendo, con un cliente ojete que me culpa de todas las
metidas de pata de la arquitectura del proyecto, cosa sobre la cual no tengo
control. No aguanto más. Aun a riesgo de que me corran y pierda el
dineral que pagan, tengo que regresar a México.
Comparto necesidades con Antaeus [1].
Finalmente Bangalore da su venia, muy a huevo.
Al amanecer de 21 me encuentro en el centro histórico. Es mi inspiración. Esos edificios de tzentzontle con sus escudos de nobles de Castilla o de Indias y cimientos mexicas y la multitud de fantasmas que lo habitan es donde me siento más a gusto.
El INGAPE tendrá su primera reunión nacional en Querétaro. Pero mientras, aquí en el DF, me es grato
recibir a los primeros compañeros y describiré a la primera camada de estos.
II. Los Tenochcas
En El Secreto del Moro [2], en una escena que situó a
mediados del siglo XVII, el jovencito Lorenzo Ixtlilxochitl, descendiente de
los antiguos reyes mexica, heredero al trono de México-Tenochtitlan, en efecto mi
versión de “The Once and Future King” de T.H. White, recibe una explicación
detallada de la naturaleza de los guerreros águila:
“…El príncipe
Axayacatl fue el gran maestro de la orden de los caballeros águila. Tenéis que entender que el escudo de armas
representa también al código del águila, las reglas bajo las cuales se regían
los caballeros del mismo nombre, los mismos que iban a Texcoco a educarse en el
toltecayototl. Veras, Lorenzo, las
reglas del código del águila eran tres.
Primero, los que se
sujetaban a sus reglas debían servir a su patria por sobre todas las
cosas. El morir sirviéndola era el mayor
honor que podían obtener. Y bien que
dieron muestra de su fidelidad a sus juramentos en la defensa final de
Tenochtitlan donde no se pedía ni se daba cuartel.
Segundo, un caballero
águila nunca debería deshonrarse. Es
decir, jamás podían mentir, emborracharse, robar, no asearse, maltratar a los
débiles, sentirse más que sus compatriotas, o traicionar a su patria. Su trato era amable y cortes con todo mundo, ya
sea este el más humilde macehual o un príncipe de la casa reinante.
Tercero, y aquí entra
lo del toltecayototl, un caballero águila estaba obligado a conocer y venerar
la herencia de sus ancestros. Y
siguiendo las lecciones de ética y filosofía que el mismo Quetzalcoatl les
había legado debería prepararse a bien morir, sin deshonrarse.
Así pues, Lorenzo, el
estudiar el toltecayototl hacia que estos guerreros pudieran apreciar más las
bellezas que los rodeaban y a no temerle a la muerte o Mictlacihuatl. Más de un caballero águila, en los últimos
días de Tenochtitlan, iba al combate recitando su poema de muerte, dispuesto a
hacerse matar defendiendo a su patria. Así
pues, Lorenzo, las armas de los antiguos reyes mexicas no solo hacen alusión a
la fundación de su ciudad sino también a los ideales del código del
águila. Los hombres que se sujetaban a
su disciplina se sobreponían al vulgo, es decir, la nopalera, y podían surcar
los cielos como el águila. Sin embargo,
con humildad nunca olvidaban de dónde venían, de la nopalera, de ahí que no
tuvieran problema en posarse entre esta...”
Ante mí se presenta
en efecto un joven, de tal vez 24 años, del cual no tengo duda alguna que
encarna lo que he descrito arriba. Bien
podía haber sido un egresado de la escuela en el templo mayor donde se
entrenaban a los cuauhpilli o “nobles águilas” que eran la elite guerrera de
los ejércitos mexicas. Y es que este
guerrero es un veterano curtido de las luchas callejeras contra la imposición,
de valor probado, caballeroso y cabal, y adornado con los lóbulos distendidos y
los tatuajes que acostumbraban las órdenes guerreras de la vieja Tenochtitlan. Además, posee, lo sé bien, una pluma
extraordinaria pues, como decía Cervantes “la pluma no embota a la espada”. Si tan solo los azares de la vida le
permitieran escribir más, bien sé que su lira retumbaría en sus centros la
tierra.
Pero el guerrero no
es él solo. Él y su compañera son un
alma en dos cuerpos, unidos así por el amor.
Para tal hombre tal mujer. Y esta
es una mujer callada pero en la que se intuye el acero. Afortunadamente de su amor pronto cosecharan
fruto.
La Anarquista
Descubro que la compañera
anarquista es una madre amorosa. Pero
después de todo así son por igual las tigresas con sus cachorros. Ella ha estado en el fragor de las batallas
callejeras de la capital y solo por su agilidad y la facilidad con que puede
escaparse en su bicicleta de “los robocops panzones”. Viste cual se espera de una guerrera del asfalto:
cuero y gorra a la Lenin. El que se vaya
con la finta que crea que es “para darse de muy revolucionaria o rebelde” se
equivoca. Ella es auténtica. Tiene, sin embargo, problemas de salud en
potencia muy serios. Aun así su llama
brilla con avidez. Si la Mictlacihuatl
la busca apuesto a que gana la anarquista y no a la descarnada.
De los compañeros
recibo testimonio de la arbitrariedad de las autoridades, de la desesperación
que causa la falta de empleo y oportunidades, y de la rabia que sienten ante la
venta (o más bien entrega) de México a los extranjeros. También recibo catedra de los puntos débiles
de los robocops (“…si los hay, hay que saber dónde pegar, pues están
forrados…”). Pero hay una injusticia mayor en todo esto: esta juventud hermosa
que se presenta ante mis ojos tiene que enfrascarse en una lucha desesperada y
sin esperanzas en un país devastado en que el sobrevivir es ya una hazaña. ¡Imagínense el México que formarían estos
jóvenes si no tuvieran que lidiar con estos cabrones!
El sargento Kat en el
“Sin Novedad en el Frente” de Erich María Remarque, mencionaba que la guerra
debería se menester de viejos caducos no de los jóvenes. Si, pienso, Kat tenía razón. Es un desperdicio usar estos jóvenes en la
guerra. Más bien deberían ser toda la
bola de viejos panzones como su servidor los que se enfrenten en la calle a los
igualmente decrépitos como el pelón Salinas, Capulina Beltrones, Romero
Deschamps, Madero, Diego, y Gamboa. Y
no, que sean ellos los que luchen, no sus esbirros y gatos. Y que no estén forrados de robocops,
cabrones. Todos al pelo, en cueros, como
hacían la guerra los griegos de la antigüedad.
Pero en este caso no serían cuerpos dignos de Phidias [3] los que se
exhibirían sino las tetas y las lonjas y papadas y con los pitos vergonzosos de
estos vejetes inútiles al aigre (repito: me incluyo). Y que las armas sean macanas con puntas de
obsidiana empotradas. Si, carajos, que
corra la sangre y que las calles de México queden resbalosas de sangre y de
cebo de sesos Y es que ansina, libres de
tanto viejo pendejo, inútil, analfabeta, apátrida, y degenerado, estos jóvenes
recibirían un México purificado de tanta mierda. Y no dudo que harían de México la primera
potencia de Norteamérica.
Por otra parte, yo
pienso que la “solución final o endlosung” al problema de los robocops requiere
pensar a lo medieval (después de todo los robocops portan armaduras). Estoy pensando en arietes. Estos serían un riel (se pueden volar de
algún patio de ferrocarril, al fin que ya no son estos mexicanos sino
pertenecen a empresas gringas en que Zedillo es accionista) empotrados en la
punta con una cubeta de concreto. Los
arietes tendrían asideras para que puedan ser levantados entre varios. Ya encarrerados los portadores del ariete, el
impacto de la cubeta de concreto en una línea de robocops seria tal que esta se
desintegraría. Varios arietes llevarían
a la completa desintegración de su formación.
Y ya separados se les abruma por número.
Y a chingar a su madre los robocops.
La Corregidora
La Corregidora es una
mujer madura, de sangre europea, muy digna.
A invitación de esta tengo planeado ir a Cuernavaca ese dia 21. Mas sin embargo, se desatan unas riñas
estúpidas entre la tropa del rumbo y acusaciones de favoritismo, como si el ver
a un viejo panzon cebollon ameritara tal cosa.
Decido no ir. Mi plan original
era ir a Tepotzotlan al museo de la Nueva España. Me avergüenza cancelar y rehusar la gentil
invitación de La Corregidora. El plan
era que ella iría conmigo a Querétaro (cual corresponde) desde Cuernavaca. Para el caso nunca llego al museo. Me quedo atorado entre los libros usados de
Donceles. No encuentro, me temo, lo que
busco en específico, el libro “Las Grandes Batallas de la División del Norte”, aunque
si cosecho un libro sobre la literatura de la Nueva España, los tres siglos de
la historia de Méjico (con jota para ser congruentes con esos tiempos) que
valen la pena descubrir. Y luego la
Corregidora sufre un percance y no puede presentarse en Querétaro. Lastima.
Me hubiera encantado presentarle mis respetos.
Al día siguiente me
dirijo al autobús. Paso por Tlatelolco.
En “El Secreto del
Moro” hago una visión del lugar tal cual sería en el año 1682:
“…Era una mañana fría
en el altiplano. Al inquisidor Montoya
le recordó algo el frio de Madrid.
--Por lo menos no hay
nieve –dijo Montoya apretándose su abrigo.
Luego se subió a su carruaje mientras un mozo le abría la puerta. El Osito y el Faisán seguían el carruaje
montados en mulas.
La procesión se
encamino al norte de la ciudad y cruzo varias acequias. Por todos lados se veían ruinas. La antigua ciudad indígena, era evidente,
había sido mayor que la que los europeos habían construido.
Finalmente el
carruaje se detuvo en un llano melancólico.
Habían montículos de ruinas a su alrededor. Era evidente que había sido una gran plaza. Una mísera iglesia se elevaba cerca. El inquisidor y sus sicarios se apearon. Montoya observo el paisaje.
--¿Esto es
Tlatelolco?
--Si patrón –contesto
el Faisán.
--Don Carlos de
Sigüenza decía que aquí había un gran mercado.
Solo veo ruinas.
El Osito y el Faisán
se encogieron de hombros. Ellos no
sabían nada de las antigüedades de la ciudad.
Montoya se dirigió a la iglesia seguido de sus sicarios. Esta se asentaba sobre una plataforma que era
obviamente una construcción indígena. No
había nadie dentro del templo. El
inquisidor se dirigió a la sacristía.
Ahí un cura anciano dormitaba.
--¿Sois el párroco?
–pregunto Montoya mostrándole el anillo con el escudo del santo oficio. Al ver este, el cura palideció y trato de
espabilarse.
--Si su señoría,
Jacinto Ordoñez para servirlo a usted, ¿Qué se le ofrece?
--El teocalli de los
pochtecas, ¿Dónde se encontraba?
El hombre se rasco la
barba.
--Pues creo que esta
iglesia se hizo sobre sus ruinas, su señoría…”
La tres veces heroica rata del INGAPE |
Al pasar diviso la vieja
iglesia esa erigida “sobre el teocalli de los pochtecas”. Las losas ahí, sé que chorreaban sangre ese
dos de octubre. Vivimos otra vez bajo la
férula de los descendientes directos de esos asesinos. Y estos no niegan sus crímenes pues se creen
contentos de la desmemoria de los mexicanos.
Este es el enemigo al que se enfrenta el INGAPE. Y sé que siguen siendo tan inmisericordes y
asesinos como en 1968. Por eso tiemblo y
tengo mis dudas acerca de continuar exponiendo a estos muchachos. Pero, es inútil lo que yo piense. Son tan rebeldes que lo que diga un viejo
pendejo les va a valer madre. Como me
afirmo luego una compañera en Cuernavaca:
“…De todos modos nos
van a joder. Prefiero que me jodan
haciendo algo, enfrentándolos, para que valga la pena el morir…”
Estas palabras bien
las podría haber emitido la Capitana Petra Herrera, de la brigada Zaragoza de
la División del Norte que cayó en la toma de Zacatecas en 1914 y que
“…comandaba a 20 muchachas…y nos llenaba de valor con su ejemplo tanto a
hombres como a mujeres…” Seguro mi
Capitana Petra no sufrió al morir (los valientes no dilatan al morir) pues
logro enfrentarse a los pelones derrochando y contagiando valor y haciendo que
su muerte “valiera la pena”.
Entienda, lector, esto
ilustra que en México el tiempo es irrelevante.
Hoy bien puede ser el siglo XXI o el XIX o el XVII. Los crímenes todavía duelen, la sangre sigue
corriendo, las animas siguen errando exigiendo justicia. Si usted no las ve, lo felicito. Yo las vide por todos lados, especialmente
entre esas viejas calles del centro. A
mis ojos aquí se dificulta el caminar por los vivaques de sombrerudos, de
chinacos, y de soldaderas, y por la congestión de transitar entre nobles de
castilla y de pochtecas viniendo del o yendo al sur a mercar, y de INGAPEros
con el corazón de león derrochando y contagiando valor. Por eso amo a este país: es mágico.
Finalmente diviso el
valle rodeado de viejos cerros volcánicos que es Querétaro. Pero no será esta una expedición geológica
para conocer los menesteres de esa provincia volcánica. Más bien será una ceremonia bacante, es decir
en honor a Baco. Así pues, conoceré, lo
admito, varias de sus tabernas y pulquerías.
III. La Tropa
III. La Tropa
“Primo pro nummata
vini,
ex hac bibunt libertini;
semel bibunt pro captivis,
post hec bibunt pro captivis,
quater pro Christianis cunctis,
quinquies pro fidelibus defunctis,
sexies pro sororibus vanis,
septies pro militibus silvanis.
ex hac bibunt libertini;
semel bibunt pro captivis,
post hec bibunt pro captivis,
quater pro Christianis cunctis,
quinquies pro fidelibus defunctis,
sexies pro sororibus vanis,
septies pro militibus silvanis.
Una vez, por el
tabernero
los hombres libres beben ansiosamente;
dos veces, beben por los cautivos;
luego, tres veces por la vida;
cuatro, por todos los cristianos;
cinco veces, por los mártires;
seis, por los hermanos enfermos;
siete, por los soldados en guerra.”
los hombres libres beben ansiosamente;
dos veces, beben por los cautivos;
luego, tres veces por la vida;
cuatro, por todos los cristianos;
cinco veces, por los mártires;
seis, por los hermanos enfermos;
siete, por los soldados en guerra.”
--Carmina Burana de
Carl Orff
El Ingeniero
El ingeniero se gana
la vida en las múltiples maquiladoras de Querétaro. Yo, un veterano de las maquiladoras de
Reynosa, me hermano con él de inmediato.
El ingeniero es el líder del INGAPE en la plaza fuerte de Querétaro. Bien afirmaría el mismo Cervantes de él: “…además de su valerosa actividad para todos los menesteres de la guerra, son
notorias sus relevantes prendas de carácter…”
El ingeniero tuvo una
idea genial para joder al régimen: le dio voz al pueblo. Todos los martes organiza una reunión en
pleno zócalo de Querétaro, enfrente del mismo palacio de gobierno, y en esta
reunión se ofrece café gratis y se discute de política y se da micrófono
abierto. El pueblo, repito, tiene
finalmente voz y al alzarla va cada vez más adquiriendo la certeza de su
fuerza. No le gusta esto para nada al
régimen. No faltan las putas orejas
alrededor de la plaza, vigilando, buscando pretexto para chingarlos. Y es que los jefes de estas orejas tienen
razón: un pueblo que adquiere voz y conciencia de su fuerza solo se mete en
cintura a base de mucho esfuerzo, si acaso.
Y el régimen no tiene el colmillo ni los huevos para convencer al pueblo
queretano a que regrese a la sumisión y que “respete” a las autoridades “…que
Diosito nos endilgo…¡ameeen!”
Admito que la junta
del INGAPE se suscitó entre brindis y brindis con vino, cerveza, y hasta con el
neutle de Xochitl. No hay que
avergonzarse de esto. Acordaos, hijos
míos:
“…Sucedió que había
puestas allí seis tinajas de piedra para agua según lo exigido por los
reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía
contener dos o tres medidas de líquido.
Jesús les dijo: ‘Llenen de agua as tinajas’. Y las llenaron hasta el
borde. Y Jesús les dijo: ‘Saquen un poco
ahora y llévenlo al director del banquete’.
De modo que ellos lo llevaron.
Pues bien, cuando el director del banquete probó el agua que había sido
convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que
ministraban que habían sacado el agua, el director del banquete llamó al novio
y le dijo: ‘Todo otro hombre pone
primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú
has reservado el vino excelente hasta ahora’.
Jesús ejecutó esto en Caná de Galilea como principio de sus señales, y
puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él…"
Afortunadamente no semos
la división del norte. El centauro nos
habría hecho fusilar ahí mesmo, y tal vez también a Cristo, ya viden que Pancho
le tenía tirria al alcohol y a los borrachos.
La Maestra
Hablando de durangueños
(como el centauro), la maestra es de esos rumbos. Es una mujer valiente, guapa, de hablar
directo cual se espera de la gente de la tierra del centauro. Pero, oh tristeza, vive hoy y actúa entre un
pueblo cuilon, apático, que no se atreve a faltarle al respeto “al siñor
licenciado”. ¿Se acordaran siquiera de
que entre ellos se pario un Doroteo Arango?
¿Se daría el centauro un plomazo por la vergüenza de ver a sus paisanos
besándole así el escroto al explotador?
Un buen precio ha pagado
la maestra y su familia por su rebeldía.
Pero aun así no la callan. Es
más, se crece ante el castigo y más terca y rejega se vuelve. Pero tal es la mediocridad del régimen que este
se siente amenazado por una mujer casi sola que no puede callar mientras
difunde la verdad ante un pueblo pendejo y cobarde. Tenían que ser PRIistas los pendejos. No los culpo: tanta miseria han causado estos
pendejos que algún día volverán a oírse los cascos de la Siete Leguas en esas
tierras. Y será la Maestra la que reviva
al cuaco. Y entonces el PRI y los putos
narcos (si es que hay una distinción), las lacras que agobian a Durango,
conocerán lo que es amar a Dioj en tierra de indios.
Pero eso no viene al
caso. Urge que apoyemos a la maestra. Y si usted, lector, es del rumbo y no tiene
atole en las venas y todavía le queda un poco de amor a México o siquiera algo de
puta madre, contáctenos, no sea otro pájaro nalgón (de eso tenemos ya muchos).
El Chinaco
Lo llamo ansina en honor
a otro regiomontano, don Ignacio Zaragoza, conocido también como “el general
chinaco” pues con no se bajaba del caballo y con sus chinacos batió las huestes
de los mochos en Calpulalpan. El chinaco
es un joven grandote, de risa fácil, y de hablar directo. Quien se mete con él lo tiene que pensar dos
veces. El chinaco es parte de la tropa
del INGAPE que se asienta en el centro de Monterrey, en el adoquinado, y ahí
hacen sus balconeos. Tanto impacto han
tenido que cuando la chota los trata de quitar la misma gente arma escándalo y
los sicarios del régimen se arrugan luego luego. Les digo: los gobiernicolas son una bola de
pendejos y cobardes. Esto a su vez habla
muy mal de nosotros como pueblo si todavía permitimos que semejantes imbéciles
nos gobiernen.
Irapuato
El jefe de la plaza
fuerte de Irapuato es otro joven, moreno, y callado. Es evidentemente un pensador. Tiene el corazón caliente y la mente fría. Son exactamente las cualidades que se
necesitan en un líder guerrillero. Y es
que eso somos en el INGAPE: una guerrilla.
Pero no nos ponemos a lo pendejo a aventarles piedras a los
guachos. Más bien nuestra arma es la
información. Nuestro objetivo es
despertar al pueblo y así mandar a la chingada al mal gobierno. Irapuato, estoy seguro se prendera, hay mucha
pobreza ahi. Ningún pueblo puede
aguantar tanta miseria, atraco, y desempleo sin rezongar, aun el culero pueblo
mexicano. Todo el país está al punto
para el estallido. Nuestra labor en el
INGAPE es señalarle al pueblo que los causantes de sus miserias tienen nombre y
apellido: son el PRIANRD, los apátridas que están al servicio de los
patroncitos chulos de EEUU. Una vez que
se despierte al volcán el resto se virigua.
La MORENA
La llamo así porque tuvo
hueso en MORENA. Mas sin embargo pronto
se desilusiono al ver a tanto chucho y otras lacras que se han agandallado
puestos directrices ahí. Si, afirman
algunos, es necesario aceptarlos mientras “se consolida el partido, luego se
les expulsara”. Esa, creo, no es excusa. Acuérdense: la revolución rusa murió cuando
reprimió a los marinos de Kronstadt (los mismos que fueron los que tomaron el
palacio de invierno del Zar) y justifico eso y otros excesos pues “es necesario
hacerlo para consolidar la revolución”. Meter a la chuchada, bejarasnos, y cartuchos
quemados del PRI, PAN, y PRD a MORENA y, peor, que los militantes acepten tales
imposiciones sin protestar, es darle en la madre a “la esperanza de
México”.
En algún momento AMLO
mismo rechazo, con una barbajaneria, la propuesta de la recolección de firmas
que el INGAPE inicio en julio del 2013.
Esta es la presento la Corregidora.
No era para hablarle así a una persona tan respetable. Pero tal hizo el tabasqueño (“…solo el pueblo
puede salvar al pueblo pero yo lej tengo que decir como…nadie maj…”). Cuando la MORENA le presento lo mismo a
tabasqueño, unos días después del insulto a la Corregidora, este le hablo con
deferencia (tenia hueso en MORENA) más sin embargo solo le dio largas, fue una
cosa de dientes para afuera. Hoy tanto
MORENA como el PRD andan promocionando propuestas de consultas energéticas, lo mismo
que había iniciado el INGAPE y que la dirigencia “de izquierda” rechazo manera
tan estúpida. No me sorprende entonces
que la MORENA hay renunciado al partido.
Ella hubiera estado entre la marinería de Kronstadt.
Sinead
Sinead es de la costa
del pacifico. Es una mujer guapa, muy
menudita, de facciones delicadas, y ojos moros.
La llamo así porque se hizo rapar para protestar el arresto de Mireles. El resultado es agradable a los ojos y si,
recuerda a la irlandesa Sinead O'Connor. Una cosa
sucedió, que me reservare, que me indico la clase de acero de esta mujer. Es formidable. Su patriotismo no le cabe en el alma.
Buenas cosas había oído
el generalísimo Morelos de los Galeana, terratenientes criollos de Guerrero.
--Simpatizan con la
causa de la insurgencia, generalísimo –le indico a Morelos un
explorador--. Don Hermenegildo está ahí
nomas traslomita, en la hacienda del Zanjón.
Responde cuando le llaman don Gildo.
--Yo he andado de
arriero por toda tierra caliente –contesto Morelos--. Sé que don Hermenegildo Galeana trabaja la
tierra a la par con sus peones, la mayoría negros de aquí de la Costa Chica. Estos le tienen mucho cariño y respeto y él
les paga lo justo y los trata bien.
Bien, que monte la tropa. Iremos
a ver a don Gildo.
En efecto, don Gildo era
un criollo de grandes patillas, muy francote, honesto a morir, un caballero en
toda la extensión de la palabra, y un fervoroso patriota. Galeana con gusto se unió a la insurgencia y
hasta proporciono un batallón de negros de la Costa Chica que le eran leales a
muerte y que no le tenían misericordia a los realistas. Galeana resulto ser también un líder natural
y de gran audacia. Morelos lo nombro
luego luego su lugarteniente y juntos le dieron mucha lata al virrey.
El INGAPE se honra con
tener a un Galeana entre sus filas. Este
es igual un criollo de barba cerrada, francote, valiente, trabajador, y
honrado. Opera en Texcoco, es decir en
EDOMEX (territorio apache), ha tenido conclaves con Mireles, y poco respeto le
tiene a los sicarios PRImates. En el
INGAPE, Galeana es el impulsor de la desobediencia civil pacífica y de la
formación de autodefensas. Es además
todo un tribuno y lee extensamente. Si Galeana
fuera presidente, México renacería, y lo afirmo sin duda alguna.
Mija
Creo haber andado por
Leondres alla por el 92. Era yo entonces
muy borracho y desmadroso. Tal vez si conocí
a la Lucifera, la mamá de quien me han indicado en “mija”. Si, mija me da canas verdes a cada rato (de
la unión de mi sangre y de la Lucifera no puede esperarse algo bueno), pos
también puedo afirmar que también me da muchos motivos de orgullo. Mija y otra compañera han prendido la plaza
fuerte de Leondres con sus balconeos.
Pero lo más importante: están haciendo que el pueblo opine y no se calle
ante las cochinadas que se les muestran.
ESO es un gran logro, sobretodo en un pueblo persignado y mocho como es
Leondres. Por supuesto, la chota
inicialmente las amenazo. Pero resulto
que la alcaldesa del lugar, una PANdillera creo, en forma pendeja recorto los
salarios de los policías. Mija y la otra
compañera de inmediato asumieron al causa de la defensa de la chota (“…es que
ellos también son pueblo…”) y estos ahora la idolatran, se les cuadran, y se
aseguran de que nadie las moleste. Mija
es mi orgullo, aunque a cada rato la regaño pa que vaya a misa a ver si le
quitan los cuernos.
El guerrero mexica no
pudo llegar a Queretaro. La anarquista
si logro llegar. Y la Corregidora tuvo,
repito, un percance. C’est la guerre.
IV. El INGAPE en las Calles de Querétaro
Cae la noche. El INGAPE se pasea tranquilo por la calle. El centro histórico de Querétaro es
patrimonio de la humanidad. ¡Es una
chulada! Pero no dudo que los apátridas
con mucho gusto lo derrumbarían para instalar Walmarts.
--Mire, mi general, esas
son orejas –me indica el ingeniero.
Volteo y miro a los
típicos esbirros del régimen, unos infelices mal encaradotes y toscotes. Son la Gestapo prieta. Desvían la vista cuando los confrontamos. Han identificado al ingeniero.
Este es bien conocido y no tiene nada que ocultar. Pero, acerca de su servidor, se han de
preguntar: ¿Quién será ese viejo panzón cebollón que camina entre las filas de
los revoltosos? Afortunadamente Mija no
está con nosotros en esos momentos. Ella
es notoria por andar correteando y tomándoles fotos a las jetas de los agentes
de la Gestapo prieta.
Me halaga que en la
tropa me llamen “general”. Pero,
consciente de mi torpeza y mediocridad, recuerdo que hasta Santa Anna fue tal y
que yo probablemente sea más pendejo que el quince uñas. Lo cual me recuerda como Manuel Carpio,
político veracruzano del siglo XIX, trata de explicar la mención de “el héroe
inmortal de Cempoala”, una alabanza a Santa Anna, en las estrofas del Himno
Nacional Mexicano.
“…Yo soy veracruzano y conozco bien al
general. Nació allá en Xalapa el cabrón. Aunque les concedo que Cempoala está
tras lomita. A la mejor a su mamacita se le rompió el agua pasando Cempoala y
lo vino a parir llegando a Xalapa. Y no sé si lo han visto últimamente. Con eso
de que casi no puede caminar por cojo se ha puesto rete gordo. Se trajo de
cocinera a palacio una mulata jarocha que tiene una sazón divina y le hace
tamaliza todos los días. Chingaos, yo estoy dispuesto a hacerle unos versos
donde lo comparare con el mismo Cid Campeador con tal de que el cabrón me
invite a cenar…” – Carpio en la obra de teatro “El Himno” (http://cerrodelascampanas.blogspot.mx/2011/06/el-himno-obra-de-teatro.html)
El INGAPE ignora de ahí en adelante a las orejas. Nos importa una chingada esos cabrones. No hemos hecho nada ilegal. Si no les gusta lo que hacemos se pueden ir a
chingar a su PRImate madre a otro lado.
Pero la ocasión se presenta para actuar. En una plaza de Querétaro se alza una estatua
de Vicente Guerrero. El régimen ha
quitado del pedestal de la estatua la placa con las inmortales e incomodas palabras de don Vicente: “La
patria es primero”. Esto nos enchila.
Rápidamente nos hacemos de una cartulina, marcadores,
y pegamento. Luego, con toda solemnidad
aplicamos nuestra cartulina en el pedestal de la estatua. La cita de Guerrero está escrita con letras
grandes. Incluimos la rata del INGAPE y
un insulto a los gobernantes que tratan de borrar nuestra historia.
Está claro que el régimen desea volvernos tan
ignorantes de la historia cual si fuéramos gringos. Estos no tienen 50 siglos de historia como la
tenemos nosotros los mexicanos. Los
yanquis tienen, si acaso, unos tres siglos de historia y esta consiste por lo
general en una serie vergonzosa de robos y genocidios.
Es todavía media mañana cuando aplicamos la
cartulina. La Gestapo prieta, las
orejas, todavía están jetones. O tal vez
no se han surtido de su cocaína para despertarse. Así pues, la cartulina no causa reacción del
régimen. Varias personas se juntan
frente a la estatua y toman fotografías de la cartulina. Nos felicitan. Otros preguntan con inocencia: “¿ustedes son
de MORENA?” Me temo que esto último
causa un inmediato y tajante ¡NO!
Morelos está gobernado por el chucho nefasto de Macaco
Ramírez. Al llegar a la plaza de armas
de Cuernavaca me sorprende que hay varios robocops en las entradas del palacio de
gobierno. Aparentemente Macaco Ramírez
los tiene ahí durante la noche resguardando el edificio. Los robocops se apoyan dormilentos en sus
escudos.
Hace unas semanas unas cinco mujeres iniciaron una
huelga de hambre enfrente del palacio de gobierno. Protestaban una de las tantas marranadas de
Macaco Ramírez, tal vez un asesinato o despojo de tierras o que se yo. Macaco Ramírez ordeno que 200 heroicos
policías estatales las desalojaran y las entambaran con lujo de violencia. Bien se afirmaba durante la reconquista
española que “Dios
ayuda a los cristianos cuando somos
más que los moros”. Lo hicieron a altas horas de la
noche, cuando no había testigos incomodos.
No dudo
que aunque las superaban en número de 40 a 1, esas mujeres furibundas, enemigas
de las instituciones y de las buenas costumbres, hayan causado alguna baja
entre los panzones que mando Macaco Ramírez.
Pero al final Macaco Ramírez aseguro “el respeto a las instituciones que
han hecho de México lo que es hoy” (el culo del mundo) y las quitaron. ¡Loor a los valientes! Esta hazaña será consignada con orgullo en
los anales de la república. No dudo que
el parte de guerra de Macaco Ramírez indicara que “las armas morelenses se han
cubierto de gloria”.
Pero la presencia de tanta chota no deja de causarme
preocupación. El balconeo se supone
empieza a las dos de la tarde. Tengo
cita con un compañero a las once. ¿Qué
hacer? ¿Decirle a Urrea que no opere
contra Cerralvo sino que se cierre más sobre Saltillo en la retaguardia de
Taylor? ¿O acaso mandarle correos a Miñón
para que su gente caiga sobre la hacienda de Buenavista y así desintegrar la
línea yanqui cuando Ampudia y Pacheco ataquen?
Les sería muy fácil, pienso, a estos putos robocops en desintegrar el INGAPE en Morelos. Carajos, ¡urgen refuerzos!
Afortunadamente como a las nueve mandan a los robocops
a dormir. Solo quedan unos cuantos
panzones “regulares” frente al palacio.
Tienen un comandante toscote con una cara de hijo de puta que no se la
aguanta. Tiemblo al pensar lo que
ocurriría si alguien de la tropa del INGAPE cayera en manos de semejante hijo
de la gran puta.
Lobito
Lobito es un joven de unos 20 años. Se ve más joven aun. Hace poco lo intentaron levantar unos chotas. Pero sus vecinos dieron la alarma y entre
ellos y familiares impidieron el atraco.
--No, la chota no nos molesta –me indica
Lobito--. Les sacamos la copia de la
constitución y les mostramos el artículo sexto.
Es como mostrarle un crucifijo a un vampiro. Y es peor para ellos que la gente se nos
junta. No, no se atreverían a madrearnos
o levantarnos aquí. Es muy público. El problema es que nos tenemos que cuidar
mucho cuando regresamos a casa. Más
bien, la bronca es con los payasos.
--¿Los payasos?
--Si, mire, allá en aquel lado –apunta Lobito.
En efecto, hay ahí unos tristes payasos que no parecen
tener mucho arte.
--Son del PRI –explica Lobito--. Este los financia para que vengar a hacer
shows pendejos estilo Televisa. Cuando se
pusieron aquí unos de movimiento transgenero empezaron a hacer chistes mamones
sobre ellos.
Sé que los gays a veces tienen más hombría que la
borregada y seguro no tomarían esos insultos ansina no más. Seguro hubo bronca.
--En efecto, --continua Lobito--. Casi se arma una bronca pero no paso a mas. Y es que los transgeneros exigían respeto a
sus derechos. Pero luego se empezaron a
meter con nosotros también. Pero como
tenemos un altavoz se la reviramos a los cabrones y los señalamos como gatos
del PRI. Lo que hacen es que cuando
empezamos a explicar los gastos pendejos y otras marranadas del gobierno ellos
suben el volumen de sus bocinas y empiezan con su música de Timbiriche.
Quedo impresionado con Lobito. Sé que empezó solito a hacer sus balconeos,
al pie de la estatua de Zapata. Así
jovencito como esta es un hombre en toda la extensión de la palabra.
Una capitana de la Revolucion |
Mencione más arriba a la Capitana Petra Herrera, de la
División de Norte. El INGAPE en
Cuernavaca tiene una mujer de ese calibre, razón por la cual la llamare por ese
nombre. Si ella es el centauro, Lobito
es su Rodolfo Fierro.
En cuanto se presenta la Capitana se arma el circo del
balconeo. Viene acompañada de más
compañeros. El fácil y sereno liderazgo
de la capitana y la presencia de los otros compañeros me sosiegan. Tienen una lideresa formidable. La capitana toma el altavoz. Ya se ha juntado una nube de personas viendo
la evidencia de las marranadas del gobierno.
La capitana explica, de manera sencilla y directa, los gastos pendejos,
los antecedentes criminales de Peña Nieto, a cuánto ascienden los salarios de
senadores y diputados y de que prestaciones gozan, etc., etc. La gente empieza a murmuran. Oigo comentarios y los cito:
--¡Y nosotros todos jodidos mientras que estos
desgraciados viven como príncipes!
--¡Con razón aumentan los impuestos!
--¡No tienen madre!
--¡A mí no me alcanza más que para mal comer!
La capitana me explica que por lo menos es un
comienzo.
--Si vemos que alguno de estos tiene interés lo
tratamos de reclutar. Así hemos hecho
con varios. De ahí que ya tenemos ramas
del INGAPE actuando en pueblos de alrededor.
La
Cabrona
“What
dame of lances begat you?”
“¿Que
mujeron os pario?” – Rudyard Kipling, Ballad of East and West
La Cabrona es hermana de la Capitana Petra. En efecto, como el personaje Kemal de Kipling
me pregunto: ¿de qué leche mamaron estas?
Las dos son formidables y siempre se andan picando la cresta. Yo creo que por tan solo esa distracción es
que no han erradicado a los PRIANRDistas de Morelos. Para mí fue un gran honor conocerla en el
balconeo de Cuernavaca.
La Cabrona opera en Yautepec. Les ha hecho la vida imposible ahí al chucho
del PRD que mal gobierna como alcalde e igual ha hecho con los de MORENA, los
cuales están infiltrados de chuchos. Su
denuncia de la estatua pendeja de un chinelo que mando alzar el alcalde (por
200 mil pesos) mientras el pueblo sigue lleno de baches causo indignación. El hijito del alcalde, ahora encargado del
DIF, la odia a muerte. El junior se cree
que será el heredero del hueso. Ya la
arrestaron los chotas, tan solo por filmar mientras arrestaban con lujo de
fuerza y maltratos a unos ambulantes. Al
salir presento denuncia ante derechos humanos (la carabina de Ambrosio) pero
aparentemente si ha habido resultados.
Los MORENOS la amenazaron de muerte y luego la golpearon. Igual, ya se levantó acta. En Yautepec, MORENA, PRI, PRD, PAN, etc., son
la misma mierda hedionda y llena de moscas.
Pero el mayor logro de la Cabrona fue abrirle los ojos al pueblo.
--Deberías instruir a los ambulantes en cuáles son sus
derechos ante la ley –le sugiero inocentemente a la Cabrona.
--No, pos ya lo hice –me contesta la Cabrona--. Y ahora cuando se presenta un inspector a
querer chingarlos se unen todos y lo corretean.
También presentaron ya una denuncia contra una vieja PANdillera que
tiene hueso en el municipio. Parece que
tiene nexos con los narcos la pendeja.
Todos en Yautepec ya la conocen y tiene muchos
seguidores. Yo creo que debe lanzarse
para la presidencia municipal y limpiar ese nido de ladrones.
Me siento contento al irme. El INGAPE tiene dos plazas fuertes ya:
Cuernavaca y Yautepec. El calibre de la
tropa ahí es formidable y ya están formando otros nucleos de resistencia. Macaco Ramírez y sus robocops se pueden ir a
chingar a sus madres.
Epilogo
Me encuentro otra vez en el centro histórico. Puedo
ver la parte trasera de la catedral. Que
diferencia con el frente. Este último
parece más bien un templo de Set de las novelas de Robert E. Howard, donde se
alberga a un viboron al que se le ofrecen sacrificios humanos. El frente de la catedral es la cara cruel y
misógina y fascista de la iglesia católica mexicana.
Pero por atrás se puede ver la cúpula. No, no es como la de Florencia pero consideren
que probablemente la inicio y maestro castellano. Como las catedrales se construyen en
generaciones fue un maestro indígena o mestizo el que la concluyo. Y hay detalles que me sorprenden. Una de las claraboyas de la parte trasera
esta coronada por un capitel que sería digno del Partenón. Es más, los últimos toques
los coloco don Manuel Tolsa en el albor de la independencia. Es decir, la catedral es la síntesis de la
Nueva España.
Pero lo que vide en este viaje me asegura que la
historia de México no termina hoy con una inevitable conversión en otra puta
estrella del imperio. No, tal no
ocurrirá mientras haya mexicanos patriotas, entrones, y valientes como los
INGAPES luchando por la independencia de México.
Mario Quijano Pavón
PD: el INGAPE abre sus puertas a todo aquel que desee
integrarse en esta lucha. Como afirmo
don Vicente Guerrero:
“La defensa de la patria es la más pura de las
causas. Entonces, ¿Qué espera vuecencia
para integrarse a esta lucha?”
[1] Antaeus era un gigante que era invencible mientras
tocara a su madre la tierra. Hercules lo
vencio alzándolo en brazos.
[2] Quien desee copia de El Secreto del Moro, mándeme un
correo a donmenfis@gmail.com
[3] Phidias fue el escultor que adorno el Partenon
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