Publica hoy El Universal que la cantidad clientes de telefonía celular en México se redujo por 1.68 millones de usuarios entre 2013 y 2014, publica El Universal.
La causa por la cual cayeron los usuarios de telefonía móvil es principalmente entre los usuarios de prepago, los cuales han dejado sus líneas a causa de sus bajos ingresos, señalan analistas del sector de telecomunicaciones citados por el diario.
Por ejemplo, Ernesto Piedras, director general de The Competitive Intelligence Unit (CIU), declaró que esta situación es preocupante porque el mercado de telefonía móvil en México cerró a mediados del año con una teledensidad de 87% "y con ingresos por usuario estancado", cuando debería estar por arriba del 100%.
Piedras señala que el ajuste de usuarios de bajo consumo de las empresas es uno de los factores que llevó a que disminuyera el número de líneas de telefonía móvil.
"El bolsillo no está ayudando al desempeño del sector, no hay generación de empleo, no hay mayor derrama salarial", indica Piedras como causa del corte de líneas telefónicas.
Peor; de una lista de 10 países de América Latina, México es el que menos usuarios de celular tiene por cada 100 mil habitantes: 85.8. Por contraste, Venezuela tiene 101.6 usuarios; Ecuador tiene 111.5 usuarios; Brasil tiene 134.3 usuarios; Argentina tiene 159 usuarios; y Panamá tiene 163 usuarios.
Siendo el caso, resulta aberrante que la Coparmex se siga negando a aumentar el salario de los trabajadores en México y siga rechazando la propuesta del Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, de aumentar los salarios.
Ayer, por ejemplo, la Coparmex alegó que si le suben el salario a 82 pesos a los trabajadores que ganan un solo salario mínimo, temen entonces que los demás trabajadores también quieran un aumento de sueldo.
El problema es que esos trabajadores de mayor ingreso, que forman la clase baja-alta y la clase media, son los que pagan por telefonía móvil y otras comodidades.
Uno supondría que lo que busca la Coparmex es poder seguir explotando a los trabajadores sin que se quejen, ya que al mantenerlos con salarios bajos o se aguantan o lo pierden todo. Pero esa necedad de querer explotar a los trabajadores en lo único en lo que se está traduciendo es en un menor consumo y por ende a quien acabará afectando será a las propias empresas que, por no querer pagar buenos salarios, también se van a quedar sin clientes.
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