El martes pasado la encuestadora norteamericana Pew Research dio a conocer una encuesta en la cual 6 de cada 10 mexicanos rechaza a Enrique Peña Nieto y a la reforma energética.
Pero la encuesta también revela datos sobre los problemas que enfrentan Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard rumbo a 2018, ya que ambos han manifestado que quieren ser candidato a la presidencia.
En el caso de López Obrador, Pew Research encontró que 61% de los encuestados tienen una opinión desfavorable de él y 36% tienen una opinión favorable. 3% no supo o no dijo.
Esto significa que López Obrador tendría suficiente imagen positiva como para contender por la presidencia nuevamente si las elecciones fueran hoy y él fuera el candidato de izquierda.
El problema es que para ganar las elecciones AMLO necesitaría acercarse más al 40%, lo cual sería complicado que ocurriera ya que sólo hay un 3% de indecisos y obtener votos del PAN y del PRI sería muy difícil para López Obrador, particularmente en el caso del voto del PAN, donde existe un odio patológico contra AMLO.
En el caso de Ebrard, el ex Jefe de Gobierno tiene sólo 23% de opinión favorable y 57% de opinión desfavorable. Esto quiere decir que menos gente opina bien de Ebrard comparado con AMLO, pero también menos gente opina mal de Ebrard comparado con López Obrador.
Quiere decir también que Ebrard tiene más margen de maniobra con los indecisos que López Obrador, ya que 20% no saben o no contestaron respecto a su opinión sobre Ebrard.
Lo cual indica que si Ebrard lograra convencer a ese 20% indeciso, tendría 43% de opinión favorable y eso podría traducirse en más votos que AMLO en 2018.
Sin embargo, eso es sólo teorético y suponiendo que Ebrard lograra encontrar una estrategia para ganar más simpatías.
Ebrard tendría además la posibilidad de obtener votos de panistas que estuvieron dispuestos a votar por él en 2012 pero no lo hicieron porque AMLO fue el candidato.
Considerando que la encuesta se levantó entre abril y mayo de 2014, justo estaba en su apogeo el escándalo por la línea 12 del Metro, los números de Ebrard resultan más favorables de lo que parece. Sin embargo, se debe señalar de nuevo, Ebrard tendría que llevar a cabo una estrategia de convencimiento muy bien afinada para poder remontar a AMLO, lo cual en este momento no se ve que esté sucediendo.
¿Qué conclusiones tenemos de esto? Que AMLO está bien posicionado pero tiene poco margen de crecimiento para poder ganar una elección presidencial en 2018.
Por otro lado, Ebrard está menos posicionado que AMLO de acuerdo con los números de Pew Research, pero tiene más margen de maniobra para aumentar su posicionamento antes de 2018 siempre y cuando establezca una buena estrategia de convencimiento del electorado indeciso y de panistas dispuestos a votar por la izquierda.
Falta ver qué hace cada uno entre hoy y finales de 2017, que es cuando se decidirá la candidatura de izquierda para la presidencia.
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