De acuerdo con fracturahidraulicano.info, Tillerson, cuya casa tiene un valor de 5 millones de dólares, se sumó a una demanda como posible perjudicado en las cuales se mencionan las consecuencias negativas del fracking para impedir que se construya una torre de extracción de agua para fracking cerca de su casa.
Además, los demandantes se quejan de que la torre podría causar mucho ruido y mucho tráfico de transporte de carga que llevaría egua desde la torre al lugar de la extracción del gas.
Tillerson alegó que le preocupa la devaluación de su propiedad si se hacía la torre de agua para fracking cerca de su casa.
Eso sí, cuando se trata de las propiedades de otros entonces el director de Exxon no tiene problema y hasta critica a los que critican al fracking.
Para que vean que lo que las trasnacionales quieren hacer en México con la privatización de Pemex, ellas mismas no lo quieren cerca de sus casas.
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