El domingo pasado el diario Reforma dio a conocer que el gobierno priista de Manuel Velasco en Chiapas usó más de 13 millones de pesos de préstamos de Banobras y Banorte para remodelar el estadio de futbol del equipo de futbol Jaguares en Tuxtla Gutiérrez.
El problema es que ese dinero era para pagar acciones sociales.
Lo peor es que nadie se enteró de eso durante un año, puesto que el desvío ocurrió en 2013 y apenas se supo con la revisión de la Cuenta Pública de ese año.
Encima de eso, el gobierno de Velasco nisiquiera quiso dar la cara por el desvío, ya que cuando Reforma solicitó una entrevista, les salieron con que tenían la agenda llena.
La pregunta obligada es; ¿Cuántos desvíos más de dinero para obras sociales hay en las administraciones priistas, empezando por la de Enrique Peña Nieto?
No lo sabremos hasta un año después en el caso de los estados. Y en el caso del gobierno federal no lo sabremos hasta 2015, cuando la Auditoría Superior de la Federación de a conocer la Cuenta Pública federal para 2013.
Ah, y por cierto; el que va a pagar por el dinero gastado en el estadio es el contribuyentem, ya que es más deuda que se tiene que pagar con los impuestos.
¿Quiere usted seguir esperando a que el PRI se robe el dinero del erario para usarlo en tonterías? ¿No? Entonces ya no vuelva a votar jamás por ese partido. Ni por el PAN, desde luego, ya que son lo mismo.
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