Cómo podría el aumento al salario mínimo frenar la reforma energética

Por Victor Hernández

Algo que no ha considerado la izquierda sobre la propuesta de Miguel Ángel Mancera de aumentar el salario mínimo es que aumentar los salarios de los mexicanos podría frenar la reforma energética por lo menos parcialmente.

Y es que un aumento al salario mínimo, y por ende al resto de los salarios que se calculan en base al mínimo, representarían un gasto adicional para las empresas privadas y trasnacionales que no contemplaban al pretender venir a llevarse al petróleo de México, lo cual descarrilaría sus planes.

Lo digo porque las empresas privadas que operen en México tendrían que contratar trabajadores mexicanos.

En Campeche, por ejemplo, las trasnacionales que contrata Pemex contratan trabajadores mexicanos y les pagan poco para lo riesgoso del trabajo; entre 8 mil y 10 mil pesos al mes.

Eso quiere decir que pagan alrededor de entre 4 y 5 salarios mínimos.

De aumentarse el salario mínimo a 80 pesos, como propone Mancera, las trasnacionales tendrían que pagar entre 9 mil 600 y 12 mil pesos al mes, cantidad que nunca han estado dispuestas a pagar.

Vaya, de acuerdo con el Washigton Post, a veces las trasnacionales nisiquiera les quieren pagar lo que les deben a los trabajadores petroleros que contratan. Menos les van a querer subir el sueldo.

Desde luego, las trasnacionales podrían simeplemente aumentar el precio de lo que supuestamente cuesta extraer petróleo y así sacarle más dinero al erario mexicano, lo cual convertiría a la reforma energética en un fiasco, ya que la ganancia que obtendría México debido a los privados sería menor.

Esa es una de las razones por las cuales ni el PRI ni los grandes empresarios no quieren que suba el salario mínimo. Si lo hacen entonces no les saladrá la jugada de meter la mano a Pemex pagando poco o nada.

De ahí que sea importante para la izquierda apoyar la propuesta de Mancera de aumentar el salario mínimo por lo menos a 80 pesos. Además de que es justo que los trabajadores ganen más para poder reactivar la economía, podría aguarles la fiesta a los privados que ya se relamían los bigotes por entrar a Pemex.