Ayer el monero de la derecha publicó un cartón en el cual sugiere que mientras que las trasnacionales Shell y Chevron están fuertes, Pemex está "debilitado" por el sindicato de Carlos Romero Deschamps y, por ende, en desventaja para competir contra Shell y Chevron.
A lo cual la respuesta es sencilla:
Si Pemex no está en condiciones para competir con Pemex, entonces no se debe privatizar el sector energético. En otras palabras, no debe permitirse que entre en vigor la reforma energética de Enrique Peña Nieto.
Ah, y pequeño detalle: Son un lastre mucho mayor para las trasnacionales el dinero que tiene que pagar a sus accionistas que el dinero que gastan Pemex en el sindicato, ya que luego de quitarle el dinero a pagar a los accionistas, le queda menos dinero a Exxon que a Pemex. Fuente: Datos de Pemex.
En realidad lo que busca el monero de la derecha es pretexto para justificar el enorme daño que le hará a la nación el privatizar Pemex. En vez de culpar a las trasnacionales, que son las que se llevarán LA MITAD DE LA RENTA PETROLERA, mejor le echa la culpa al sindicato de Romero Deschamps, el cual será ratero y corrupto, pero no se lleva la mitad de la ganancia petrolera como se la llevarán las trasnacionales.
Así que a otro perro con ese hueso. La única culpa de la debacle de Pemex y del enorme daño a la nación que le hará la reforma energética será quien la aprobó: el amasiato PRIAN.
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