De acuerdo con Reforma, las leyes secundarias además de ofrecerle coartadas a funcionarios corruptos e incumplidos, garantizará la compra de seguros con cargo al erario para cubrir los daños que causen los corruptos y otorgarle asistencia legal.
La ley en materia de responsabilidades, por ejemplo, establece que los funcioarios no incurrirán de manera individual o en conjunto en responsabilidades por los daños o perjuicios que ocasionen las empresas privadas en el sector energético.
¿La coartada? Que mientras se cometan actos, omisiones, o decisiones "de buena fe" no habrá responsabilidad.
La ley no define lo que se considerará "buena fe", no obstante.
Otro motivo para no sancionar a los funcionarios será si sólo incurren en faltas una vez al año o si se corrige el daño de manera espontánea.
Y tampoco habrá responsabilidad si la decisión resulta debatible al interior de las empresas.
Tanto los funcionarios de Pemex como de CFE tendrán además derecho a un seguro, fianzas o cauciones para cubrir el monto de los daños que provoquen sus decisiones, así como para asumir los servicios de defensa y asistencia legal que requieran.
Esto a pesar de que según el PRI, por medio del senador David Penchyna, se fortalecerían las medidas para combatir la corrupción en el sector energético, lo cual resultó ser una mentira más de Penchyna.
Según Enrique Peña Nieto, quien envió la propuesta de ley secundaria de energía al congreso, la razón por la cual les quiere dar impunidad a los funcionarios es porque los riesgos en el sector energético podrían derivar en una conducta inhibitoria para quienes toman las decisiones.
El PRI y el PAN pretenden aprobar en comisiones el dictamen de leyes secundarias de la reforma energética mañana martes.
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