viernes, 25 de julio de 2014

Quien diga que Mamá Rosa es una santa es un ignorante y un miserable

Por Victor Hernández

Ayer los defensores de Rosa Verduzco "Mamá Rosa" dieron su última patada de ahogado para tratar de defenderla, citando las declaraciones de un autor francés, premio Nobel de literatura 2008, de nombre Jean-Marie Gustave Le Clézio, quien aseguró que Verduzco " se acerca a lo que se llama la santidad."

¿Por qué dijo Le Clézio semejante barbaridad? Quien sabe. Pero al hacerlo demuestra ignorancia y miseria humana.

Demuestra ignorancia porque evidentemente no ha visto -o sí lo ha hecho pero se hace tarugo- los numerosos y aterradores testimonios de abusos, golpes, hacinamiento, explotación, violaciones, y esclavitud que han relatado las víctimas de Mamá Rosa tras ser liberados.

Miseria humana porque pasarse por abajo toda esa evidencia para tratar de le varle la cara a semejante mounstro es precisamente eso: MISERABLE.

Ya hemos publicado en blogdeizquierda.com cantidades y cantidades de evidencia que demuestra que Rosa Verduzco debió haber ido a la cárcel por los abusos que permitió en su albergue, pero sólo para que le quede claro a quien le pretenda hacer caso al imbécil de Le Clézio (para que vean lo devaluados que están los premios Nobel) vamos a reproducir los siguientes fragmentos de una nota publicada ayer en El Universal sobre otra víctima de Mamá Rosa que estuvo encerrada en el albergue sin poder salir jamás a la calle durante CUARENTA AÑOS.

"Ayer, martes, salió por primera vez a la calle después de 40 años, portando su pulsera amarilla que la identificaba con el número 244-G.

..

Bertha fue llevada a este lugar a los 10 años, junto con sus cuatro hermanos. Los tres varones se escaparon y su hermana menor, Reynalda, a quien le daban ataques epilépticos y que un día simplemente desapareció cuando era una chiquita de tres años, lo mismo que Gonzalito, Rosaura, El Manitas, niños de los que no se supo nada nunca más.

Bertha no para de recordar a Reynalda, su hermana más chiquita. "La busqué por todo el patio y ya nunca la encontré. Pregunté a Mamá Rosa y nunca me respondía. A mi hermanita le daban ataques."

Esa es la "santa" del imbécil de Le Clézio.

Es tan desgarrador lo que relata esa nota de El Universal que hasta gusto da leer este párrafo de la misma nota:

Mamá Bertha, como la conocían en La Gran Familia, recuerda sin lágrimas y parece que sin dolor, como Mamá Rosa la desgreñaba cuando no hacía las tareas del comedor debidamente. "Pero yo también le daba. Una vez sí le solté una patada a la pinche vieja", comenta esta vez con un dejo de rencor.

Tal vez algún día, si se lo topa por la calle, lo identifica y sabe lo que escribió de Mamá Rosa, alguna de las víctimas de la "pinche vieja" le den también una patada o le escupirán la cara a Le Clézio. Merecido se lo tendrá por miserable.

PD: Realmente espero que eso que escribió Le Clézio no haya sido a instancias de Enrique Krauze. Porque si esa fue su última patada de ahorado por el caso Mamá Rosa, no sólo fracasó, sino que demostró que simplemente le valió toda la evidencia que revela los abusos que sufrieron niños y adultos en el albergue de Mamá Rosa.

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