Me parece buena idea desincentivar el uso del auto en la Ciudad de México e incentivar el uso de transporte público. Es por eso que me parecen bien los cambios al Hoy No Circula por la administración de Miguel Ángel Mancera, los cuales impedirán que unos 200 mil autos más circulen a diario en el DF.
Sin embargo, sí veo un potencial para un problema de percepción pública sobre el Hoy No Circula que Mancera deberá atajar antes de que de verdad se convierta en un talón de aquiles para la izquierda a un año de las elecciones intermedias.
El problema tiene que ver con los autos de más de 15 años que no podrán circular los sábados de ahora en adelante. Algunos de esos vehículos, específicamente camionetas y combis, no se usan para transporte personal, sino para transporte de carga como parte de un empleo.
Hay restaurantes, por ejemplo, que usan camionetas para servicio de banquetes; camiones de mudanza, o camionetas que transportan materiales para actividades laborales.
Las personas que usan sus vehículos para transportarse a un centro de trabajo pueden tomar transporte público. Pero las personas que los usan para transportar productos o materiales de trabajo no pueden hacer eso por lo complejo que resulta hacerlo.
Por consiguiente, si bien la intención es desincentivar el uso del auto, se causa una afectación laboral a mucha gente que no tiene nada que ver con el desplazamiento de las personas a los centros de trabajo, sino con la realización de su trabajo en sí.
Sugiero, por lo tanto, que el gobierno del DF de un permiso especial a los vehículos que se usan para actividades laborales (que no para transporte personal) para que sí puedan circular los sábados. Los permisos se podrían tramitar en los centros de verificación, por ejemplo.
Esto sería el equivalente al subsidio al Metro para no afectar a quienes de verdad no podían pagar por el aumento. Muchas personas que trabajan por su cuenta no tienen dinero para comprar un auto nuevo. Pero si tienen un permiso especial para vehículo laboral, se les ayuda a no afectar a su empleo.
El otro tema que ya están mencionando algunos en redes sociales es el hecho de que el nuevo hoy no circula beneficia de manera desproporcionada a quienes tienen suficiente dinero para comprar un auto nuevo cada año o cada dos años. Es decir, la queja es que se beneficia de manera desproporcionada a los ricos, ya que no todos pueden pagar por un auto nuevo que sí pueda circular.
Como dije, esto se puede convertir en un serio problema de percepción pública. Si se quiere evitar ese problema y al mismo tiempo conservar el endurecimiento al Hoy No Circula, sólo hay una solución: aumentar la tenencia para los autos nuevos y para los autos de lujo.
Sólo hay una sanción económica a quienes tienen autos nuevos y de lujo se podrá generar una percepción de igualdad ante el Hoy No Circula. Los que menos tienen no circulan, pero los que más tienen pagan más. De esa forma no hay privilegios.
Porque si de lo que se trata es de incentivar el uso del transporte público, si no se les impone algún tipo de sanción a los que tienen autos nuevos o de menos de 8 años no lo van a hacer.
Mera economía social. Estoy seguro que Steven Levitt, economista de la Universidad de Chicago y autor de Freakonomics estaría de acuerdo conmigo.
PD: Levvit y su co-autor, el periodista del New York Times Stephen Dubner, mencionan en su nuevo libro Think Like a Freak que cuando recién se estrenó el Hoy No Circula en el DF fue un fracaso, ya que los ricos compraron autos usados más baratos y que contaminan más para poder cicular todo el tiempo. Por lo mismo, se debe cuidar muy bien el incentivo que se le de a la gente con dinero para no circular. No es sólo cobrarles más tenencia por un auto nuevo, sino tal vez cobrarles un impuesto especial por tener auto y vivir en una zona residencial adinerada. Eso es algo que tendrá que resolver el GDF. Porque si no lo resuelve, el costo político por la implementación del nuevo Hoy No Circula podría ser un desastre para Miguel Ángel Mancera en 2015.
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