Me enteré ayer de que Twitter le suspendió dos cuentas en menos de 24 horas a conocido antisemita que publica en conocido periódico que se dice de izquierda pero que es muy blandito con Enrique Peña Nieto.
Que fue un acto de "censura", dijeron en la ultra.
No. No lo fue. Twitter no censura. Pero tampoco tolera el discurso de odio.
Mire usted:
Twitter recibe todos los años peticiones de información de sus usuarios de diversos gobiernos del mundo. En México, Twitter le niega la información al gobierno por lo menos la mitad de las veces que se la piden.
Eso quiere decir que Twitter no se rige por los caprichos de gobiernos o por sus agendas políticas.
En el caso de México esto es aún más cierto, ya que el gobierno mexicano nisiquiera tiene jurisdicción en Twitter, empresa que se ubica en California, Estados Unidos.
"¡Ah! Entonces fue censura del gobierno de Estados Unidos", dirán algunos. Pues tampoco es el caso.
La evidencia de que Twitter no pela al gobierno de Estados Unidos es Edward Snowden. Si el gobierno de EU tuviera alguna injerencia en quien puede o quien no puede tuitear, no existiría ninguna cuenta de apoyo a Snowden.
OJO: Snowden no tiene cuenta de Twitter porque no ha abierto una, no porque se la hubieran cerrado, pero sus seguidores le han dedicado varias cuentas. Y no sólo eso; cuando la cadena NBC transmitió una entrevista con Snowden, 60% de los twitteros de EU lo calificaron con la palabra "patriota", mientras que 40% lo calificaron como "traidor."
Pero no ha habido censura relacionada con Snowden, a quien el gobierno de EU quiere tras las rejas por revelar sus secretos.
Si Twitter censurara, por cierto, no existirían las cuentas de Andrés Manuel López Obrador, Gerardo Fernández Noroña, y mucha gente de izquierda que de verdad cuestiona al poder.
No, el conocido antisemita no cuestiona al poder. Yo hasta diría que le ayuda al poder al hacerle creer a muchos que la izquierda es racista y enferma de odio, impidiendo de esa forma que la izquierda tenga más adeptos por el asco que les produce el discurso de odio.
Lo que hace en realidad el antisemita es usar una fachada de izquierda para difundir discurso de odio contra los judíos. Y le ha salido muy bien el engatuzar a los ultras más mensos.
(PARÉNTESIS: Son tan mensos los que le hacen caso al antisemita que repitieron "cetius, altius, fortius" sin siquiera investigar lo que eso era. Si hubieran investigado, se hubieran enterado de que la frase en latín que significa "Más rápido, más alto, más fuerte" en realidad es "CITIUS, altius, fortius" -con I, no con E-, y que han estado repitiendo un error ortográfico simplemente por creerle a un charlatán. Ah, y para los que no saben, esa frase fue propuesta a finales del siglo 19 como el lema de las olimpiadas. ¿Creen que es competencia olímpica el difundir antisemitismo o cómo?)
Twitter, por lo tanto, no lo "censuró". Le suspendió sus cuentas por haber difundido discurso de odio, lo cual está prohibido en las reglas de Twitter.
Vamos, tampoco seamos ingénuos. Estar constantemente disfrazando antisemitismo con un supuesto antisionismo era una estrategia muy chafa y se notaba a leguas lo que realmente era. Twitter desde luego que se dio cuenta que desde esa cuenta se difundía discurso de odio.
Que no salga la ultra entonces con que lo "censuraron." Twitter simplemente detuvo la propagación de discurso de odio. Y hace bien. El discurso de odio no es libertad de expresión; es un DELITO.
PD: "Cetius" con E quiere decir ballena en latín. ¿Ballena más rápido más alto? ¿Qué babosada es esa? ¿Como la FAIL whale? XD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario