La revista Contralínea, uno de los pocos medios que de verdad hace periodismo en México, dio a conocer que sus oficinas en la Ciudad de México fueron asaltadas el lunes 23 de junio.
Los asaltantes se llevaron expedientes periodísticos de los reporteros de la revista, así como documentación profesional que algunos periodistas tenían en sus escritorios.
Obviamente se trata de un acto de censura para callar a la única revista que de verdad ha exhibido con datos duros y documentación irrebatible las corruptelas del PAN y del PRI, especialmente en el sector energético.
El director de Contralínea, Miguel Badillo, fue arrestado sin causa debido a que la revista divulgó corruptelas de la administración de Felipe Calderón con empresas privadas en el sector energético.
Una de las principales reporteras de Contralínea, Ana Lilia Pérez, se tuvo que refugiar en Alemania por las represalias del actual diputado federal Juan Bueno Torio luego de que Pérez divulgara documentos que lo ligaban a presuntos actos ilícitos en Pemex.
Así que el asalto que sufrió Contralínea no es casualidad. Fue un ataque perfectamente concertado para tratar de impedir que algo se supiera o que se pudiera demostrar al eliminar la documentación correspondiente.
Lo cual sugiere que quien ordenó ese asalto o fue una empresa, o algún panista, o el gobierno de Peña Nieto.
Es de cajón que diga que repudio la censura, etc. Eso no le sirve de mucho a Contralínea. En vez de decir lo mucho que repruebo el acto de censura a Contralínea, mejor voy a darles algunas sugerencias de seguridad y protección de datos muy útiles a todos los periodistas que, como Contralínea, están en riesgo de que los censuren de la misma forma:
1. Digitalicen todos sus documentos. Debe haber un respaldo digital de todo en buena resolución.
2. Guarden los documentos digitalizados en discos duros encriptados (dentro de archivos RAR con password si es menester) y mantengan varios respaldos en diferentes lugares.
3. Hagan otra copia de sus respaldos en un sistema de nube como Google Drive con verificación de identidad de 2 pasos. Así inclusive si pierden los discos duros o las laptops, tienen respaldos en nube que no es posible crackear.
4. Ya no usen CDs. Además de que es un sistema anticuado e ineficiente (un USB tiene varias veces la capacidad de un CD), es muy fácil de robar. Usen USBs encriptados. Todo lo que tengan en CD o DVD transfiéranlo a USBs y hagan dos respaldos. Uno para la oficina y otro para otra ubicación.
5. El proceso de respaldo es el siguiente: archivo digital -> USB encriptado de oficina -> nube -> Segundo USB en casa o en segunda ubicación.
6. OJO: Sólo usen Google Drive o cualquier otro servicio de nube en Estados Unidos o en otro país que no sea México, ya que de esa forma el gobierno mexicano no tiene jurisdicción para entrar al sistema.
7. Si tienen documentos físicos guarden sólo FOTOCOPIAS en la oficina. Los originales deben permanecer en una caja de seguridad en otra ubicación que no sepa nadie en la oficina más que los principales directivos. Antes de guardar los documentos, éstos deben ser escaneados y respaldados en disco duro, USB y nube.
8. Para hacerles el trabajo más complicado a los rateros que se quieran robar información, déjenles varios discos con muchos archivos chatarra que tengan que revisar uno por uno durante días y días si quieren encontrar algo. Hartas horas de solaz y espacimiento... para los medios a los que pretendieron censurar al imaginarse a los mequetrefes que los agredieron revisando archivo por archivo. A esos discos pónganles una etiqueta que diga "archivos" y a los buenos no les pongan etiquetas; ENCRÍPTENLOS. Así si se los roban, no los van a poder usar de todos modos, mientras que ustedes sí podrán usar los respaldos en nube.
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