"Gastaba Yáñez como jeque" es el titular de una nota de Reforma publicada hoy sobre el dueño de Oceanografía.
"Con el dinero que Banamex le prestó para financiar sus contratos con Pemex, el dueño de Oceanografía, Amado Yáñez, se dio una auténtica vida de jeque", inicia la nota. Que porque usó parte del dinero para inyectar capital a sus negocios de futbol y para comprar en exclusivos establecimientos de joyas, relojes y vehículos de lujo.
Pero si Reforma se va a quejar por eso, entonces no debería haber reforma energética. Mire usted:
Para empezar, el dinero que Yáñez estuvo jineteando y usando para gastos personales no era del erario, sino de Banamex.
Para que lo que está publicando Reforma de verdad fuera noticia tendría que haber usado Yáñez dinero del erario.
Ahora bien, si la queja de Alejandro Junco, dueño de Reforma, es que los dueños de empresas privadas se enriquecen haciendo negocio con Pemex, pues que no se le permita entonces a ninguna empresa privada hacer negocios en Pemex. La sugerencia me parece excelente.
Porque ninguna empresa privada quiere entrar a Pemex para hacer servicio social. Quieren entrar a Pemex para enriquecerse.
Y lo que hizo Yáñez es una fuerte advertencia de lo que pasará si entran más empresas privadas a Pemex.
Por consiguiente, si la queja es que Amado Yáñez se enriqueció siendo contratista de Pemex, entonces no debe entrar en vigor la reforma energética, ya que eso será lo que pase con todas las empresas; se enriquecerán a costillas de los recursos de los mexicanos.
Ahora quiero vero que Reforma tenga los tamaños para admitir eso.
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