Hace unos días el presidente del PAN, Gustavo Madero, se puso de bravucón a decir que si no se aprobaba la reforma electoral el PAN no votaría las leyes secundarias de la reforma energética.
Pero ayer el discurso del PAN al respecto cambió. De acuerdo con Reforme, por medio de un comunicado, el diputado panista José González Morfín emplazó a los congresos estatales a que concluyan la armonización de sus leyes electorales antes del 30 de junio -o sea antes de dos semanas- porque de no hacerlo "todo el esfuerzo por actualizar el marco jurídico electoral se pondría en riesgo."
Dijo también que la adecuación legislativa no debe ser motivo de divisiones entre los partidos políticos y que "el fin con el cual se emprendió este proceso de reformas, desde la constitucional hasta las leyes secundarias, es modernizar, transparentar y generar certidumbre en el sufragio que emiten los mexicanos y en ello todos debemos trabajar en un mismo sentido".
Dijo también que con la reforma se busca dar mayor certidumbre a los comicions, unificar criterios, etc.
Lo que NO dijo el PAN -ni por asomo lo mencionó- fue la amenaza de que si los estados no aprueban la reforma electoral no votarán por las leyes secundarias de la reforma energética, como lo hicieron hace apenas unos días.
Porque ¿qué creen? El PAN ya votó en comisiones en el Senado a favor de dos de los cuatro paquetes de leyes secundarias de la reforma energética.
Así que eso de que al PAN le importa mucho la democracia es mentira. Lo que de verdad le importa es la privatización de Pemex. Si le importara la democracia, no hubiera votada nada en comisiones hasta que se aprobara la reforma electoral en los Estados.
Y es más: Si la reforma electoral no se aprueba en los congresos estatales, el PAN de todos modos va a votar con el PRI a favor de la entrega del petróleo a las trasnacionales.
Porque en realidad al PAN lo único que le importa, al igual que al PRI, es poder saquear a México.
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