El PAN en la cámara de diputados dejó claro que quiere una tajada del botín que se quiere llevar el PRI por la privatización de Pemex.
Y es que el diputado panista Marcos Aguilar se quejó ayer, durante las mesas de análisis de las leyes secundarias de la reforma energética, que en las leyes secundarias se le da al ejecutivo federal directamente la última palabra sobre quién puede y quién no puede recibir contratos de Pemex.
Específicamente, el panista se refirió al artículo 33 de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, en la cual se establece que cuando una empresa productiva del Estado se pretenda asociar con terceros para un contrato, deberá consultar primero a la Secretaría de Hacienda, la cual estará facultada para modificar las condiciones económicas relativas a los términos fiscales del contrato.
El PAN pretende que sólo la Comisión Nacional de Hidrocarburos apruebe los contratos.
Los integrantes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos sería en aprobados por el Senado, con lo cual el PAN podría tener injerencia directa sobre los contratos de Pemex.
Dicho de otro modo, lo que el PAN busca es que el PRI no se lleve todo el botín de la privatización de Pemex y que el PAN se lleve también su propia tajada.
Por su parte, el PRD indicó que la manera en la que el PRI quiere las leyes secundarias de la reforma fiscal le pone una control de techo presupuestal a Pemex, lo cual pone a la paraestatal en desventaja, ya que las empresas trasnacionales no tienen ese mismo trato.
Movimiento Ciudadano, por su parte, criticó que es una ficción que habrá autonomía en Pemex ya que su consejo administrativo estará integrado por consejeros propuestos por el ejecutivo.
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