De manera mañosa, Peña Nieto propuso que el mega-gasolinazo entre en vigor una vez que él haya dejado el cargo, luego del 31 de diciembre de 2018.
Pero ahora el PRI y el PAN buscan que el mega-gasolinazo se permita antes si así lo determina la Comisión Federal de Competencia Económica.
El mega-gasolinazo consiste en permitir que empresas privadas vendan gasolina importada en México, lo cual encarecería el precio de la gasolina ya que además del costo del transporte de la gasolina, se le tendría que agregar la ganancia para los privados.
De hecho, actualemente uno de los pretextos del PRI y del PAN para la privatización de Pemex es que Pemex importa 40% de la gasolina que vende, lo cual encarece al combustible debido a que se compra a precio de mercado y se tiene que pagar transporte.
Si empresas privadas hicieran lo mismo, no sólo el precio de la gasolina sería más alto, sino que además el precio tendría que tener un costo adicional para compensar la ganancia de los privados.
De acuerdo con Reforma, la propuesta de Peña Nieto para el mega-gasolinazo era que iniciara a partir de que Peña Nieto dejara el poder, una obvia maniobra para evitar pagar el costo político.
Además, los permisos para ser proveedor de gasolina se expedirían a partir del primero de enero de 2019.
Sin embargo, la modificación que buscan el PRI y el PAN en el Senado es que se permitan a privados ser proveedor de gasolina en cualquier momento a partir del 1 de enero de 2017 si así lo decide la CFCE, ya que en esa fecha se empezarían a otorgar los permisos para expendio.
Esto garantizaría no sólo precios más altos de la gasolina en México, sino que le causaría a Pemex pérdidas de ingreso, propiciando de esa forma la quiebra de la paraestatal.
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