Como nadie se creyó el cuento de Alfredo Castillo de que le encontraron drogas y armas a José Manuel Mireles -su abogada denunció desde ayer que le sembraron tanto las drogas como las armas- ahora Castillo difunde una nueva mentira: que le encontraron a Mireles documentos bancarios de depósitos y retiros en su camioneta y que ya los está investigando la Secretaría de Hacienda.
Eso es una mentira porque la SCHP no necesita documentos de depósitos y retiros para investigar una cuenta bancaria.
A raíz de la aprobación de la reforma financiera y de la reforma fiscal en 2013, a la SHCP se le dio el poder para monitorear todas las cuentas bancarias del país directamente.
Es más: la SHCP puede hacer un requerimiento fiscal a las cuentas en las que se manejen cantidades grandes de depósitos en efectivo.
De hecho, en diciembre de 2013 se dio a conocer que la SHCP vigilaría vigilaría todo el manejo de cuentas bancarias y los registraría en automático como contribuyentes gracias a la reforma fiscal.
Antes de eso, el 17 de junio de 2013, se dio a conocer que al entrar en vigor la ley para la prevención e identificación de operaciones de recursos de procedencia ilícita, la SHCP vigilaría el manejo de efectivo en cuentas bancarias, particularmente para comra de autos, inmuebles y joyas.
Vaya, hasta a los donativos de asociaciones sin fines de lucro se les vigilaría.
Algo más: Cuando un mexicano es considerado como persona de riesgo por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se observa el manejo de sus movimientos financieros con mucho más rigor. Mireles estaría en esa clasificación por ser figura de influencia pública.
Así que no era necesario que le encontraran documentos bancarios a Mireles para investigarlo. Si de verdad hubiera cometido un ilícito la SHCP y la CNBV ya lo hubieran detectado.
Lo que sí es verdad es que Mireles ha estado pasando charola con simpatizantes de su causa para poder pagar por seguridad. Es posible que sí exista una cuenta donde haya recibido donativos de sus simpatizantes. Pero si hubiera algo ilícito, como dijimos, tanto la SCHP como la CNBV ya lo hubieran detectado.
En realidad lo que pasa es que a Castillo lo cacharon sembrándole drogas y armas a Mireles desde antes de que la PGR dijera que lo habían consignado por haberle encontrado droga y armas. Como en el caso de Paulette, Castillo está presentando ante la opinión pública una explicación desesperada y balín para mantener a Mireles preso sin justificación.
Mireles, por lo tanto, es un preso político. Y lo que está haciendo el PRI es lo mismo que hacía en los tiempos de Díaz Ordaz: inventan cargos para meter a la cárcel a los opositores.
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