El arresto del líder de autodefensas de Michoacán, Juan José Mireles, no fue otra cosa más que un quinazo del gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto para intentar tapar el hecho de que su estrategia de seguridad en Michoacán es un fracaso, ya que la violencia del narco en la entidad Michocán sigue igual o peor.
Mireles puso en evidencia además que no hay persecusión real contra los Templarios por parte del gobierno priista. El líder de los Templarios, Servando Gómez "La Tuta" sigue libre y el hijo de Fausto Vallejo no ha sido tocado a pesar de que aparece en una fotografía reunido con La Tuta.
No; el arresto del hijo de La Tuta no es un golpe al narco ya que no es uno de los principales capos ni depende de él la operación del narco.
La mejor prueba de que el arresto de Mireles es un quinazo es el hecho de que se le acusa de exactamente lo mismo de lo que se acusó a La Quina: de acopio de armas. Peña Nieto literalmente aplicó la misma patraña que aplicó Carlos Salinas de Gortari en 1989 para encarcelar a alguien que simplemente resultaba políticamente incómodo.
La realidad es que fue el propio Alfredo Castillo el que, sin darse cuenta, se auto-delató. No fue el "acopio de armas" la causa del arresto de Mireles sino el hecho de que Mireles sigue teniendo respaldo de la gente.
Y es que de acuerdo con Milenio, Castillo declaró que Mireles "pretendía conformar un nuevo grupo de autodefensas en Lázaro Cárdenas, por lo que ayer (el jueves) encabezó una asamblea en la que invitó a los habitantes a sumarse."
Pero ahí no paró la cosa. De acuerdo con Reforma, Castillo también declaró que "el día de ayer (jueves), el señor Mireles convocó a una asamblea buscando el apoyo de la gente de La Mira señalando, entre otras cosas, tener información que pudiera dar con el paradero de algunas personas pertenecientes al crimen organizado."
150 personas respondieron al llamado de Mireles pero no lo detuvieron el jueves. Lo detuvieron ayer viernes cuando los Autodefensas dieron a conocer que avanzarían a Morelia.
Y como Castillo sabe que Mireles tiene respaldo de la gente, le mandó a 600 federales, judiciales y marinos a detenerlos.
Jamás, en ningún operativo del gobierno federal contra el narco, se habían enviado a tantos federales, estateles y militares juntos. Nunca. Mucho menos para detener a La Tuta. Lo que hicieron Castillo y Peña Nieto fue específicamente para dar un quinazo.
Eso lo que sugiere es que Mireles sabía dónde se escondían los Templarios en Morelia y el gobierno priista lo impidió, protegiendo de esa manera a los narcos.
Esa fue la verdadera razón por la cual detuvieron a Mireles. Porque Mireles dejó claro que lo que está haciendo el PRI en Michoacán es una farza. No están combatiendo al narco y, de hecho, pareciera que lo están protegiendo.
Lo que no calcularon ni Peña Nieto ni Castillo fue la respuesta de la gente ante el arresto de Mireles. De inmediato los usuarios de redes sociales denunciaron el hecho irrebatible que ni La Tuta ni el hijo de Fausto Vallejo que se reunió con La Tuta han sido detenidos.
De hecho, ayer por la mañana, antes de que fuera detenido Mireles, corrió el rumor de que el hijo de Vallejo, apodado "El Gerber", se iría a España, refugio de fichitas priistas como Humberto Moreira.
El rumor no se ha confirmado, pero lo que sí está confirmado es que el hijo de Vallejo no está detenido y tampoco La Tuta.
Lo peor del caso es que el arresto de Mireles lo que refuerza es la sospecha que sí hay un pacto entre Peña Nieto y el narco, y que el narco seguirá operando como siempre en Michoacán, pero esta vez con la protección explícita del gobierno priísta de Enrique Peña Nieto.
Y con eso continuarán las balaceras, emboscadas, extorsiones, ejecuciones, y narcofosas que no ha parado desde que Peña Nieto trató de miacear a los Autodefensas convirtiéndolos en "Fuerzas Rurales."
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