Reforma publicó ayer que la CNTE finalmente hizo que la Segob firmara un documento asegurándoles que no se despedirá a ningún maestro como resultado de la reforma educativa.
Esto quiere decir que, para fines prácticos, la reforma educativa se convierte en letra muerta, ya que la reforma lo que buscaba era despedir maestros incómodos al sistema usando como pretexto las evaluaciones de maestros.
Como Reforma balconeó el documento, el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, tuvo que salir a decir que no le dolió la derrota a Peña Nieto.
Su "no me dolió" consistió en decir que el documento que Segob firmó "en nada va a dañar la reforma educativa."
El detalle es que si el papel modifica o no la reforma educativa ya es irrelevante. El papel garantiza que la reforma no se aplique. Así que, aunque no se modificara, no se podría usar.
Desde luego, la CNTE debe seguir exigiendo la abrogación de la reforma, no sólo su inoperación. Ya que si no se abroga, el próximo sexenio, si el PRI siguiera en el poder, ahora sí se las aplicarían.
Lo que la CNTE debe hacer ahora es lo que ya hemos sugerido con anterioridad: reunir firmas para una consulta popular en 2015 para abrogar la reforma educativa. Porque más de ese papel de Segob no le van a poder sacar al PRI.
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